Boeing obtuvo ayer miércoles la aprobación de la Federal Aviation Administration para la solución propuesta a un problema de descarga a tierra que había afectado a unos 100 aviones 737 MAX, despejando el camino para el regreso al servicio.
Un funcionario de la FAA confirmó que la agencia había aprobado los boletines de servicio y las instrucciones asociadas. Boeing envió dos boletines a las compañías aéreas con dichas instrucciones para reparar el problema eléctrico, que surgió después de que Boeing cambiara un método de fabricación para acelerar la producción del avión.
«Después de obtener las aprobaciones finales de la FAA, emitimos los boletines de servicio para la flota afectada», dijo Boeing a Reuters. «También estamos completando el trabajo mientras nos preparamos para reanudar las entregas».
El anuncio es un alivio para los operadores norteamericanos de cara al inicio de la temporada de viajes de verano boreal a fines de mayo, en un contexto en el que la demanda de viajes domésticos en Estados Unidos se recupera por los avances en la campaña de vacunación.
El administrador de la FAA, Steve Dickson, dijo en una audiencia ante la cámara de representantes que el problema eléctrico requeriría una solución «bastante sencilla», que confiaba plenamente en la seguridad del 737 MAX y que mantiene reuniones diarias con Boeing para monitorear el desempeño del avión. La FAA, a través de un acuerdo firmado con Aireon, obtiene los datos de navegación de la flota global de MAX para un análisis exhaustivo de su performance.
La FAA dijo que otras aerolíneas afectadas incluyen Cayman Airways, Copa Airlines, GOL Linhas Aereas, Iceland Air, Minsheng Leasing, Neos Air, Shanding Airlines, SilkAir, Spice Jet, Sunwing Airlines, TUI, Turkish Airlines, Valla Jets Limited, WestJet Airlines y Xiamen Airlines.