El nuevo aeropuerto que servirá a la ciudad de Cusco, principal destino turístico de Perú y cuarta región más importante del país en términos económicos, busca ampliar la capacidad de operaciones de la actual terminal, que por su ubicación geográfica no puede expandirse.
El Aeropuerto Internacional de Chinchero-Cusco (AICC), cuya construcción es gestionada por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones de Perú, estará ubicado en el distrito de Chinchero, en la provincia de Urubamba, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Cusco.
La nueva terminal aumentará en un 60% la capacidad de la actual, proyectando la posibilidad de recibir hasta seis millones de pasajeros por año. Según un comunicado del gobierno nacional, la obra “cuenta con el apoyo de los colegios profesionales, instituciones y sociedad civil de Cusco, ya que es un proyecto anhelado por la región y cumple con todos los permisos y autorizaciones necesarios”.
Un dato curioso tiene que ver con la participación del Estado Coreano en la ejecución de este proyecto. En junio de 2019, el gobierno peruano seleccionó a Corea del Sur para brindar lo que denominan “servicios de asistencia técnica de Estado a Estado” para el desarrollo de las obras.
Según las estimaciones del Ministerio de Transporte y Comunicaciones la infraestructura aeroportuaria demandará una inversión de US$ 427 millones, incluyendo la terminal de pasajeros que será ocho veces más grande que el actual aeropuerto de Cusco, y será ejecutada en un plazo de 47 meses.
De acuerdo con lo publicado en el sitio oficial del AICC, este será el primer aeropuerto verde de Perú, con una infraestructura amigable con el ambiente, que respete los estándares ecológicos y que contará con certificación internacional. Asimismo, el lugar seleccionado para su desarrollo fue previamente inspeccionado para corroborar que no hubiera presencia de restos arqueológicos en la zona.
El Aeropuerto Internacional de Chinchero-Cusco contará con una pista un 17% más extensa que la del actual aeropuerto, una terminal de carga de 1800 metros cuadrados y tendrá posiciones para 13 aeronaves para servir a una región que, según el último censo (2017), cuenta con más de 1.200.000 habitantes y representa con Machu Picchu uno de los destinos turísticos más importantes de Sudamérica.
El aeropuerto Chinchero es una realidad, ya se contrató la construcción de la obra principal; pero, tiene un problema, el aeropuerto aún no tiene procedimientos de salida validados.
El problema, se puede definir de la siguiente forma:
Se requiere que la autoridad aeronáutica valide los procedimientos de salida del aeropuerto, antes de construir la obra principal, a fin de que los usuarios (aerolíneas) puedan operar desde el nuevo aeropuerto Internacional Chinchero y así mejorar y ampliar el servicio aeroportuario.
Cabe recordar que la obra es: “Mejoramiento y Ampliación del Servicio Aeroportuario en la región Cusco, mediante el Nuevo Aeropuerto Internacional de Chinchero – AICC”.
El objetivo de la obra no es solo construir el aeropuerto, el objetivo de la obra es mejorar el servicio aeroportuario, y eso no se puede lograr sin salidas validadas que usen las aerolíneas.
No es prudente ni responsable construir un aeropuerto primero… y fijar las condiciones para su operación después.
Es verdad, se deben tener claro los procedimientos de entrada, salida y frustrada. También definir los niveles mandatorios de pista con el fin de elaborar las Superficies Limitadoras de Obstáculo. Importante tener presente futuras ampliaciones con el fin de garantizar la vida útil de la inversión asegurando la capacidad.