Los programas FCAS y Tempest terminarían por fusionarse

Gastón Dubois

Tempest F-X

Al menos eso es lo que piensa el jefe de la Fuerza Aérea Italiana, el General Luca Gorett, según lo expresó el pasado martes ante las comisiones parlamentarias de Defensa.

Los 2 programas europeos para desarrollar los sistemas de combate aéreo de sexta generación, el Tempest y el Future Combat Air System (FCAS) corren por ahora de forma paralela y son futuros competidores, pero en unos años esta situación podría cambiar.

FCAS

Del programa FCAS participan España, Alemania y Francia; mientras que el equipo Tempest está integrado por el Reino Unido, Italia y Suecia.

Según informó Reuters, el General Gorett comentó que Italia se unió al programa Tempest porque consideró que podía desempeñar un papel más importante que en el programa FCAS.

Goretti también señaló que, dado que los dos programas se encuentran actualmente en su «fase conceptual», es normal que, en este periodo inicial, cada país evalúe las opciones en materia de tecnología.

«Pero es natural que estas dos realidades se fundan en una sola, porque invertir enormes recursos financieros en dos programas equivalentes es impensable», dijo Goretti a los miembros de las comisiones parlamentarias de defensa.

Mientras Gran Bretaña trabaja en el Tempest con vistas a reemplazar sus aviones Eurofighter Typhoon a partir de 2040, Francia, Alemania y España trabajan en el proyecto rival FCAS para reemplazar los Rafale franceses y los Eurofighters alemanes y españoles para el mismo período.

Los militares y los industriales europeos han especulado a menudo con la posibilidad de que Europa acabe con un solo programa para poner en común unos presupuestos limitados y evitar que se repitan los efectos perjudiciales de la competencia en el pasado.

Desde una perspectiva lógica, “la unión hace la fuerza”. Combinar presupuestos y capacidades, para los países europeos miembros de la OTAN (mas Suecia) tiene mucho sentido y permitiría maximizar esfuerzos.

Pero los expertos también advierten que cualquier acuerdo para combinar estos sistemas de combate estratégicos sigue estando muy lejos, ya que las empresas consolidan sus posiciones en los programas existentes y el Brexit sigue siendo una herida política y diplomática reciente.

sexta generación

Además, los analistas consideran que el reciente pacto de seguridad trilateral entre Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña, conocido como AUKUS, es otro obstáculo para una cooperación significativa en proyectos de defensa pensados por y para Europa.

De hecho, Reino Unido está tratando de convencer a Japón para que abandone su programa F-X, que busca crear un avión de combate de sexta generación japonés, para que se sume al equipo Tempest, lo que reforzaría sus objetivos estratégicos en la zona del Pacífico, en consonancia con los intereses de los miembros del AUKUS.

Y si tenemos en cuenta los momentos de gran tensión que sufrió el programa FCAS por las discusiones entre Francia y Alemania por el reparto de la carga de trabajo y la propiedad intelectual, queda claro que la fusión deseada por Roma podría ser realmente difícil de armonizar.

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