Tras siete meses de parálisis aérea a raíz de la pandemia en 2020, el 2021 fue el año en el que Colombia consolido su nuevo despegue hacia la reactivación de sus cielos y potencializó su conectividad internacional gracias a la llegada de nuevos operadores y a la apertura de un gran número de rutas.
En concreto, han sido 12 las aerolíneas que anunciaron la entrada en operación de 31 nuevas rutas aéreas internacionales que permitieron, aproximadamente, la llegada de alrededor de 1.832.000 visitantes según estimaciones del Ministerio de Comercio.
Punta Cana en República Dominicana, Nueva York, Orlando, Newark en Estados Unidos, Cancún y Ciudad de México en México; Lima en Perú, Montreal en Canadá y Santiago de Chile, han recibido nuevas rutas desde Colombia, mientras que conexiones con Ciudad de México, Santiago, Miami, Cancún, Nueva York, Ciudad de Panamá y Toronto se han inaugurado en el país.
Gracias a este “Boom” de nuevas rutas, más ciudades colombianas cuentan con conexiones internacionales, lo que permite la llegada de más viajeros y la reactivación de sectores como el turístico. Barranquilla, Pereira, Bucaramanga y Armenia despertaron el interés de más aerolíneas y sumaron nuevas conexiones, mientras que San Andrés y Cúcuta tienen por primera vez nuevas rutas internacionales con Miami y Ciudad de Panamá, respectivamente, gracias a los vuelos de American Airlines y Copa.
En su momento, el viceministro de Turismo, Ricardo Galindo Bueno, destacó que la llegada al país de nuevas aerolíneas y rutas “nos permite consolidar un muy buen trabajo desde el Gobierno, hasta ahora el año más importante del turismo colombiano»
Esta apuesta del Gobierno nacional por potencializar la conectividad aérea del país tiene un objetivo estratégico: impulsar el turismo como motor de la reactivación económica.
Gracias a esta estrategia se implementó uno de los movimientos clave más importante en la conectividad aérea: la reducción del IVA en tiquetes aéreos del 19% al 5%, hito que se logró gracias a la aprobación por parte del Congreso de la Ley de Turismo.
De esta manera, el país ha logrado ser líder en reactivación aérea en la región. En palabras del director de la Aerocivil, Jair Orlando Fajardo “En los primeros nueve meses de 2021, por El Dorado pasaron 16 millones de pasajeros, que representa el 80 por ciento de los viajeros aéreos, sumados los nacionales e internacionales, que en total fue de 20 millones. Además, por carga aérea se movieron en el país 625.000 toneladas, la mayoría por el aeropuerto de Bogotá.”
Así mismo, esta estrategia vino acompañada con una inversión del Gobierno nacional para mejorar la infraestructura aeroportuaria del país y así permitir que nuevas rutas lleguen a nuevas ciudades.
En este orden, Leticia mejoró su capacidad para recibir aeronaves tipo A320 y B737; Pasto recibió inversiones de $ 177.000 millones, y en Armenia se construyó una nueva torre de control, se amplió la pista y plataformas, y por último se realizaron las obras de una moderna terminal que les abrió la puerta a vuelos internacionales, obras en las que se invirtieron $ 116.000 millones.
De igual forma, durante el 2021 Colombia vivió otro fenómeno sin precedente: el incremento del modelo Low-Cost.
Durante el año, Viva Air “tiró la casa por la ventana” con un ambicioso plan de expansión que incluye el permiso de operación de más de 30 rutas internacionales; 16 a Estados Unidos, cuatro a México, tres a República Dominicana al igual que a Perú, dos a El Salvador y Panamá cada uno, y una ruta a Brasil, Guatemala y Aruba respectivamente. Una estrategia que la posicionaría como la Low-Cost más grande de la región.
Así mismo, Las mexicanas Viva Aerobus y Volaris, junto con Spirit, SkyAirlines, JetSmart y la futura Ultra Air, hacen de Colombia una tierra del modelo de bajo costo, una revolución aérea que ha democratizado el acceso al transporte aéreo y brindado la posibilidad a más colombianos de viajar en avión.
Sin embargo, el desarrollo aéreo del país aún tiene una tarea pendiente que está en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá, terminal que presenta una gran congestión y que ha provocado críticas por parte de los operadores aéreos.
Tal como lo hizo el CEO de Avianca, Adrian Neuhauser, cuando a comienzos de diciembre hizo una fuerte crítica a los problemas operacionales del Aeropuerto los cuales provocan la afectación de hasta 80 vuelos por día de la aerolínea.
Según el directivo, La combinación de la operación con vuelos privados y militares, el poco espacio para los aviones y las demoras en procesos de migración, provocan retrasos que al día pueden afectar a más de 12.000 viajeros de Avianca. Asimismo, hizo un llamado para solucionar estas “ineficiencias operativas” que en el último año han afectado a más de 4.000 vuelos y unos 500.000 viajeros.
Al respecto, Fajardo es optimista y afirma que la Aerocivil trabaja en la búsqueda de alternativas para aliviar la operación de El Dorado, entre ellas la posibilidad de que algunos vuelos no regulares operen desde el aeropuerto de Guaymaral para ayudar en la descongestión del principal aeropuerto del país.
Aun así, al momento no parece haber luz al final del túnel y la presión sigue pasando factura a la terminal. Incluso la IATA ha intervenido en el asunto y enviado las siguientes recomendaciones a las autoridades colombianas para solucionar los problemas operativos:
- No aplicar Programa de Demoras en Tierra (GDP) a las aerolíneas, de manera que se cumpla la planeación estratégica aprobada con anterioridad a las compañías aéreas
- Priorizar a la aviación regular de pasajeros principalmente en las horas pico de operación del aeropuerto El Dorado
- No aprobar ningún vuelo no regular durante las horas pico
- Restringir los vuelos de la aviación general sólo a los que están dentro de la asignación aprobada para las horas valle y sin exceder la cuota asignada
- Asegurar que los Centros ATC y las torres de control cuentan con el personal adecuado para que las operaciones sean fluidas y puntuales
En conclusión, el positivo avance de Colombia la ha proyectado como un líder de la región en materia aérea, la llegada de nuevos operadores y la apertura de nuevas rutas hacen que la conectividad del país se transforme en reactivación económica.
Sin embargo, el Aeropuerto El Dorado se convirtió en una víctima de su propio éxito, la fuerte congestión de la terminal ha hecho que cada vez sean más las aerolíneas que prefieran operar desde otros HUB como Medellín y Cali, algo que no está mal pues potencializa a esas ciudades, pero si hace que Bogotá pierda relevancia en el mercado aéreo y siendo la ciudad más grande del país es preocupante pues en el peor de los casos puede generar una sobredemanda que no pueda ser atendida eficientemente.
Una pregunta gol no tiene ganas de aterrizar en Colombia en el 2022. Gracias