Tal vez uno de los activos más codiciados de la industria aerocomercial actual sea un lugar en la cola de producción del Airbus A321neo. Con 4.037 aviones pedidos y 678 entregados (a fines de enero de 2022) y una tasa de producción -bastante al límite de sus capacidades- de 65 aviones por mes, quien realice un pedido hoy tiene por lo menos cuatro años de espera por delante, si todo funciona perfectamente.
En el medio de la pelea entre Airbus y Qatar por los problemas de pintura de los A350, el fabricante tomó la decisión unilateral de anular el pedido del operador por 50 A321neo. El razonamiento de Airbus es bastante simple: como Qatar decidió no aceptar los A350 hasta resolver la cuestión de fondo, el fabricante dio por incumplido el contrato y ejecutó una cláusula del acuerdo de los A321neo porque considera que los dos pedidos están vinculados.
La medida le hubiera permitido volver a vender esos 50 aviones a un precio bastante más elevado que el que pagó Qatar hace cuatro años, en diciembre de 2017, cuando convirtió su pedido de 34 A320neo y 16 A321neo (que en 2011 era de 30 A320neo, 14 A321neo y 6 A319neo) a estos 50 321neo.
La idea era redonda para Airbus, pero una decisión judicial frenó la nueva venta: Un juez hizo lugar a una medida cautelar para frenar la revocación del contrato hasta por lo menos abril, cuando ocurrirá una audiencia en la que Qatar va a pedir que se evalúen las condiciones del contrato, al que se aferra con fuerza.
Por un lado, Qatar se niega a recibir aviones que no necesita tanto por defectos de calidad, pero por otro no considera de ningún modo desprenderse de 50 aviones que necesita y que empezaría a recibir el año que viene, mientras otros operadores miran con envidia y tachan los meses para recibir los suyos.
La audiencia donde se definirá el conflicto del A350 está fijada para el 26 de abril, y si bien Airbus declaró que está dispuesta a buscar una «solución amistosa», está presionando para definir el estado del pedido de A321neo porque el primer avión deberá entregarse en febrero de 2023 y entregar seis más en el resto del año.
Airbus amenaza con la cancelación ahora y busca definirla porque generalmente las partes para los aviones en producción se piden con un año de anticipación a la cadena de proveedores.
El fabricante quiere saber si tiene que ajustar el pedido a los requerimientos de un potencial nuevo cliente, si avanza con la ocupación de esos lugares en el backlog para construir «white tails» (aviones que encontrarán dueño luego) o si no le queda otra que continuar con el contrato con Qatar.
Teniendo en cuenta la enorme demanda del A321neo -y más en la configuración ACF, que terminará siendo LR o XLR-, difícilmente les queden de clavo. Pero no es momento para andar apostando.
Mientras tanto, Airbus canceló dos de los 25 A350 que Qatar tiene pendiente de recibir. Por el momento se comprometió a no encontrarles nuevo comprador. Pero eso puede cambiar rápidamente si la situación entre uno de sus principales clientes -aunque bastante demandante- se sigue deteriorando.