El Kansas Modification Center (KMC) y el National Institute for Aviation Research (NIAR) proponen la conversión de Boeing 777-300ER usados en aviones de reabastecimiento en vuelo para el programa KC-Y de la USAF.
Según el sitio Leeham News & Analysis, Jim Gibbs, presidente y director general de KMC, ya presentó información a la Fuerza Aérea de los EE.UU., en respuesta a la solicitud de información emitida por ésta del año pasado.
Gibbs, al ser entrevistado por LNA, dijo que el concepto es ofrecer a la Fuerza Aérea un avión cisterna no para las zonas de combate de primera línea, sino para tareas de apoyo, similar a lo que hace Omega Air Refueling. Omega proporciona servicios de reabastecimiento aéreo no de combate para la Marina de los Estados Unidos, la Fuerza Aérea y algunos países de la OTAN. Opera con aviones Boeing KC707 y del McDonnell Douglas KDC-10, adquiridos de segunda mano y se utilizan principalmente para brindar entrenamiento en operaciones de abastecimiento de combustible en vuelo, liberando los activos propios de las Fuerzas para otras tareas operativas.
En consecuencia, la oferta de KMC y NIAR no entraría en competencia directa con Boeing, que vuelve a ofrecer su KC-46A ni con Lockheed Martin, que busca imponer su LMXT, pero si busca quedarse con una parte chica de ese pastel.
La elección del 777-300ER
Gibbs dijo que KMC y NIAR eligieron el 777-300ER en lugar del 777-200ER o el LR como la mejor plataforma porque, en su opinión, «El 777, especialmente el -300, tiene mucho sentido ahora mismo. Es un avión moderno, con un tiempo de vuelo muy bajo, el avión en sí puede transportar unas 200.000 libras de carga útil estructural con modificaciones muy pequeñas». Gibbs agrega «se puede tomar ese avión, añadirle algunas capacidades existentes, como la lanza existente del KC-135, y simplificar el proceso de descarga de combustible. Creo que se tendría un avión cisterna muy capaz. Si el radio de la misión es de 3.000 millas, un 777 puede descargar 150.000 libras de combustible. «El -300ER tiene un peso bruto mayor que cualquier otro (competidor), con la excepción del -200LR. El 777-300 es un avión más grande, comparte la misma caja del ala y mucha estructura con el -200, o la mayor parte de la estructura. Necesitamos inyectar 100 aviones cisterna en la flota. No hay tantos -200LR por ahí», señalo Gibbs, justificando la elección por el modelo Boeing 777-300ER.
Será interesante ver que posición toma Boeing respecto de esta oferta, ya que en cierta forma es una propuesta que compite contra la suya, pero si la USAF seleccionara la conversión de algunos B777 en aviones cisterna para misiones de segunda línea, claramente Boeing obtendría algún beneficio de ello.