Rumanía ha suspendido todas las operaciones de vuelo del MiG-21 LanceR a partir del viernes 15 de abril, debido al alto índice de accidentes que vienen sufriendo estos cazas.
Según comunicado de prensa de la Fuerza Aérea (Forțele Aeriene Române), la decisión fue tomada por orden del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Daniel Petrescu.
La medida se adoptó a la vista de la considerable incidencia de sucesos y accidentes de aviación registrados durante la operación de los aviones MiG-21 LanceR, con el resultado de varias víctimas y aeronaves dañadas o destruidas, con el fin de mejorar la seguridad de la aviación y prevenir la ocurrencia de sucesos y accidentes de aviación mediante la reducción de los riesgos asociados a los fallos técnicos.
Durante la suspensión de las actividades de vuelo del MiG-21 LanceR, la Fuerza Aérea Rumana continuará ejecutando el servicio de combate de la Policía Aérea con los aviones F-16 de su flota, apoyados por aviones aliados desplegados en Rumanía, dentro de la misión de la Policía Aérea Reforzada bajo el mando de la OTAN.
Además, los sistemas de defensa terrestres ejecutarán misiones de vigilancia aérea bajo mando nacional, así como dentro del Sistema Integrado de Defensa Antiaérea y Antimisiles de la OTAN.
Al mismo tiempo, se han tomado medidas para acelerar la adquisición de 32 aviones F-16 de Noruega, que formarán dos escuadrones adicionales en el próximo período. El proyecto de ley que aprueba esta adquisición ha pasado por la fase de transparencia legislativa y se encuentra en el circuito de aprobación, para ser presentado al Parlamento rumano lo antes posible.
Estos futuros tres escuadrones de cazas F-16 tendrán su operatividad garantizada por un mínimo de 10, momento en el cual deberán comenzar a hacer la transición a los aviones de combate de quinta generación Lockheed Martin F-35.
El final de la cuerda
A principios de marzo de este año, un MiG-21 LanceR se estrelló en Rumanía durante una misión de patrulla aérea en la frontera con Ucrania, el piloto no sobrevivió.
El helicóptero IAR 330-Puma enviado a buscar el avión MIG-21 desaparecido también se estrelló, y los siete miembros de la tripulación perdieron la vida.
Pese a haber sido modernizados durante los años 90 con aviónica y electrónica israelí actualizada, los LanceR no dejan de ser MiG-21 con muchos años de vida, y muchas horas de vuelo a cuestas.
Además, desde el ingreso de Rumanía en la órbita occidental (y posterior integración en la OTAN), la Fuerza Aérea Rumana tiene dificultades para conseguir repuestos de buena calidad para sus MiG-21, dadas las restricciones que impone Rusia para su exportación a países antagonistas.