Del voto turco depende que la OTAN pueda ampliarse con la incorporación de Finlandia y Suecia, y para ello, exigirían volver a integrar el programa JSF (Joint Strike Fighter) y que les den los F-35 comprometidos.
Vale la pena recordar que Turquía es uno de los miembros originales del programa JSF (desde 1999), cuyo resultado fue el primer caza de 5ta generación stealth exportable. Ankara tenía la intención de adquirir un centenar de F-35 Lightning II, pero esos planes se hicieron pedazos cuando decidió además adquirir el sistema de defensa aérea de largo alcance S-400 a Rusia.
Los demás miembros del programa JSF, en particular los EE.UU., estaban muy preocupados de que los técnicos rusos que deberían entrenar a los operarios turcos y poner a punto los sistemas S-400, tuvieran acceso a información sensible del F-35, ya que ambos sistemas estarían operando dentro de una misma estructura de defensa aérea.
Pese a las amenazas de Washington, Turquía siguió adelante con la adquisición del S400, lo que devino en su eventual expulsión del programa JSF y en la imposición de sanciones militares y económicas, que no afectaron en mucho la resolución de Ankara.
La oportunidad que nadie previó
La invasión rusa de Ucrania tuvo el inesperado efecto de que tanto Suecia como Finlandia decidieran que era mejor para su seguridad, abandonar su histórica neutralidad e integrarse a la estructura de la OTAN.
Y así, casi de casualidad, cayó en las manos de Turquía una poderosa carta de negociación para ejercer presión sobre Washington y tratar de recuperar su estatus de socio del programa JSF.
Según nuestro sitio asociado Aeroin, el asunto vuelve a estar sobre la mesa de negociaciones esta semana, ya que Turquía dice que aceptará la entrada de los países escandinavos en la OTAN siempre y cuando obtenga los F-35 que ha solicitado y pagado (y para los que sigue suministrando piezas).
Bloomberg afirma que la lista de deseos de Turquía incluye los F-35, 40 nuevos F-16 Fighting Falcon Block 70 y 80 kits de actualización para F-16 de bloques anteriores. Además pediría a Suecia y Finlandia que levanten las restricciones a la venta de armas impuestas a Turquía, tras su invasión de Siria en 2019.
Sin el respaldo de Turquía, los dos países escandinavos no pueden ingresar en la OTAN, ya que es necesario que todos los miembros voten a favor de la solicitud de ingreso.
Circulan rumores sobre la concesión de parte de las peticiones, señalando que EE.UU. podría liberar la compra de más F-16 y los escandinavos eliminar las restricciones, pero que la posibilidad de que la Fuerza Aérea Turca (Türk Hava Kuvvetleri) opere los F-35, dependerá de que se deshagan de las baterías de misiles S-400.
A la vez, en la negociación se podría incluir el envío de estos sistemas de misiles a la propia Ucrania, a fin aumentar considerablemente la capacidad de defensa aérea del territorio ucraniano. Pero esto humillaría a Rusia y enemistaría, sin posibilidad de retorno, a Erdogan y Putin. Turquía viene manteniendo una postura de neutralidad respecto de la invasión de Ucrania y son de los pocos países que siguen haciendo negocios con Rusia. Así que no parece una idea muy practicable.
¿Y Grecia?
Grecia, otro miembro y socio de la OTAN, pegaría el grito en el cielo si Turquía volviera a incorporarse al equipo F-35, y podría bloquear el ingreso de los países escandinavos, como medida de presión.
Atenas viene reforzando su capacidad bélica, por ejemplo con la incorporación de 24 cazas Dassault Rafale, para no quedar atrás en la competencia armamentística en el Egeo, que mantiene con su socio/rival Turquía.
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Que Ankara acceda a nuevos F-16 y modernice parte de su flota, es algo con lo que Grecia podría lidiar, ya que ellos también están modernizando sus F-16 al mismo nivel. Pero la incorporación de un centenar de F-35 supondría un desequilibrio demasiado grande como para que Atenas lo acepte por las buenas.
De modo que hay que estar atentos a como se desarrollan las negociaciones, porque si hoy día la incorporación de Suecia y Finlandia en la OTAN dependen del voto turco, mañana podría depender del griego.
¡¡ Lo sabia !! ¡¡ Sabía que les iba a pedir a cambio la devolución de sus F-35 !! Es la primera vez que veo a un país chantajear a los USA de esa manera . Turquía de todas formas está jugando con fuego . Podrían quedar fuera de la OTAN si a los americanos les suena a amenaza o a coacción interesada . Se avecina una gran marejada dentro de la organización occidental .
Estaría muy interesante un análisis geopolítico y militar en la suposición que la OTAN/UE expulse a Turquía.