El CEO de Singapore Airlines, Goh Choon Phong, indicó a analistas y medios que, si bien el proceso de certificación y entrada en servicio del Boeing 777X acumula años de demora, no espera un impacto significativo en los planes de crecimiento de la aerolínea.
«En este momento, no creo que nuestro plan de crecimiento se vea severamente afectado. Tenemos cierta flexibilidad y podemos compensar cualquier pérdida potencial de capacidad», dijo.
La compañía reportó pérdidas de más de 600 millones de dólares para el año fiscal que cerró en marzo: parece un mal número, pero si se separan los resultados por semestre el panorama mejora porque la segunda mitad del año terminó con una modesta ganancia de 10 millones.
El factor de ocupación, de acuerdo con lo reportado por Investing, subió de 61 a 67% semestre contra semestre. Esos números demuestran que la recuperación está en marcha, ya que esperan llegar a 70% hacia el final del segundo trimestre, y que todavía hay margen para crecer en capacidad sin que la falta de los 777X se vuelva un problema.
Singapore firmó un pedido de siete cargueros Airbus A350F para sustituir sus Boeing 747-400F, convirtiéndose en el cliente de lanzamiento de esta variante. Las entregas comenzarán en el cuarto trimestre de 2025.
Si bien se espera que la demanda de carga experimente una volatilidad a corto plazo como resultado del conflicto entre Rusia y Ucrania, así como los efectos de los controles de la pandemia en China en la cadena de suministro mundial, es probable que los rendimientos del segmento de carga se mantengan saludables debido a la continua escasez de capacidad de la industria en las rutas comerciales clave.
El precio del combustible sigue siendo motivo de preocupación para el operador, ya que identificaron un incremento en el ejercicio que supera el 50%, de 90,31 dólares por barril casi 150 dólares a principios de mayo. Singapore confía en que podrá mantener una disciplina de costos adecuada, incluso cuando las operaciones se expandan para acompañar la demanda.