TAP Air Portugal fue reestatizada durante la crisis derivada de la pandemia, cuando necesitó la ayuda del gobierno para mantenerse a flote. Antes de eso, la compañía pasó algunos años con el control en manos de socios privados, incluyendo una parte del capital en manos del brasileño David Neeleman, fundador de Azul Linhas Aéreas, JetBlue y Breeze Airways.
Ahora, el gobierno portugués estima que la empresa debería registrar pérdidas de 54 millones de euros este año, alcanzando el equilibrio recién el año que viene, para finalmente, en 2025, empezar a registrar un beneficio real.
«En 2023 esperamos tener un equilibrio operativo y obtener beneficios en 2025», dijo Pedro Nuno Santos, ministro portugués de Infraestructuras y Vivienda, según informó Dinheiro Vivo.
A pesar de las pérdidas previstas, TAP estaría dentro de los objetivos fijados en su plan de recuperación que ha sido aprobado por Bruselas. Esta aprobación fue necesaria porque Portugal forma parte de la Unión Europea.
Según el ministro, parte de las pérdidas provienen de las operaciones de TAP en Brasil con su división de mantenimiento, TAP M&E, que se cierra definitivamente. Esta instalación era propiedad de Varig Manutenção e Engenharia (VEM) y fue adquirida por la empresa portuguesa hace años.
«Fue un trato terrible. Interrumpimos una sangría y el cierre supuso que todas las pérdidas se sumaran a los resultados de 2021», concluyó Pedro refiriéndose a TAP M&E en Brasil.