Air Serbia planea incrementar sus operaciones y abrir una docena de rutas para la temporada de invierno boreal 2022-23, que incluye abrir un enlace entre Belgrado y La Habana (HAV), Cuba.
Luego de haber reportado un mes récord de movimientos de pasajeros en julio, con más de 400.000 viajeros transportados, el director ejecutivo de la aerolínea, Jiri Marek, manifestó que busca abrir vuelos de larga distancia a destinos exóticos.
De acuerdo con EX-YU Aviation, Marek destacó a Cuba como el destino más posible a realizarse a fin de año. En 2016, Air Serbia consideró la posibilidad de introducir vuelos de ocio de larga distancia para utilizar mejor su único Airbus A330-200 durante los meses de invierno, cuando reduce los vuelos a Nueva York, su único destino de largo radio.
La Asociación Nacional de Agencias de Viajes de Serbia (YUTA) habría explicado que, durante los meses de invierno, los destinos exóticos de larga distancia son muy buscados entre los serbios, pero resulta costoso arrendar una aeronave para estos viajes. En asociación con Air Serbia, esperan implementar por primera vez dichas conexiones.
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En 2019, un poco más de 4.500 pasajeros volaron entre Belgrado y La Habana a través de conexiones en otros aeropuertos. Los ciudadanos serbios no requieren visa para visitar la isla y Cuba no tiene requisitos de entrada por Covid-19, ni se requiere prueba PCR ni certificado de vacunación.
Air Serbia, una de las aerolíneas más antiguas del mundo.
En junio de 1927 se fundó Aeroput. Fue una de las primeras compañías de aviación civil, la décima en Europa y la vigésima primera en el mundo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la empresa suspendió sus operaciones para que los pilotos y las aeronaves se movilizaran para la aviación militar.
Tras la guerra, en 1947 se rebautizó como Transporte Aéreo Yugoslavo (Jugoslovenski aerotransport – JAT) continuando con la tradición de Aeroput, utilizando las primeras aeronaves de la posguerra. La flota de JAT inicialmente consistía en dos aviones C-47 que fueron convertidos en DC-3 y dos «Junkers» JU-52.
A pesar de ser un país comunista, Yugoslavia rompió relaciones con la Unión Soviética, permitiéndole incorporar aeronaves de fabricación occidental. Entre 1963 y 1980 incorporó sus primeros jets a reacción: Sud Aviation Caravelle (1963), DC-9 (1969), Boeing 707 (1970), DC-10 (1971) y Boeing 727 (1974). Además, se convierte en miembro de la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA).
Para la década de los 80, JAT Airways era considerada una de las mayores aerolíneas de Europa, operando en todos los continentes con 76 destinos en 39 países y ganancias de más de USD 205 millones. En 1985 se convierte en el primer operador europeo del Boeing 737-300 y planeaba modernizar su flota en la siguiente década al incorporar Boeing 767, Airbus A340, ATR 42 y 72.
Sin embargo, su plan de modernización nunca se llevó a cabo debido al inicio de las guerras yugoslavas. Este período resultó en la desintegración del país y las sanciones, que afectaron a la compañía nacional. También, Estados Unidos impuso un embargo a Yugoslavia en 1992, sentenciando a la empresa en los siguientes años a perder el 90% de su flota y destinos, pero sin llegar a desaparecer.
Las sanciones internacionales se levantaron en 2000 y JAT reanudó los servicios de vuelos regulares. Para celebrar el movimiento, que coincidió con la reestructuración del país de República Federal de Yugoslavia a Serbia y Montenegro, JAT Yugoslav Airlines cambió su nombre a Jat Airways el 8 de agosto de 2003. Progresivamente fue retirando sus DC 10 y DC-9 y Boeing 727, sumando más Boeing 737-300, -400 y ATR 72.
Durante los siguientes años, la empresa luchaba entre la privatización y restitución de sus servicios aéreos, hasta que en marzo de 2013 apareció Etihad Airways adquiriendo el 49% de la compañía y la rebautizó como Air Serbia.
El ingreso de Etihad trajo la renovación de su flota, sumando siete Airbus A319 y tres ATR 72. En 2016 incorporó un Airbus A330-200, permitiéndole retomar los vuelos sin escalas entre Belgrado y Nueva York, tras haberlos suspendido en 1992 por los embargos de Estados Unidos.
En los siguientes años, la empresa se fue reconstituyendo para mejorar su desempeño. El objetivo era centrarse en la utilidad neta, una nueva estructura de tarifas, nuevos canales de venta y ofrecer servicios adicionales que aumentaran la eficiencia. Hasta 2019, la empresa generaba beneficios por más de EUR 9 millones y en 2021 recibió la Orden de la Estrella de Karađorđe, la más alta condecoración civil y militar de Serbia.
Actualmente Air Serbia tiene una flota de once Airbus A319, tres ATR 72-600, un Airbus A320 y un Airbus A330-200; en los siguientes meses incorporaría dos Airbus A330, un A320 y dos ATR 72-600 adicionales, que conecta 58 ciudades en 27 países.