El Aeropuerto Internacional de Singapur (SIN) ha anunciado la construcción de la Terminal 5 la cual comenzará dentro de dos años y se espera que esté operativa para mediados de la década de 2030.
La T5 se ubicará en el desarrollo de Changi East de 1.080 hectáreas y podrá manejar alrededor de 50 millones de pasajeros anuales. Con este nuevo proyecto Singapur potenciará el crecimiento a largo plazo del sector aerocomercial y el fortalecimiento de la conectividad del Aeropuerto Changi como uno de los principales hubs globales y uno de los más importantes de la región Asia – Pacífico.
Sobre la base de las lecciones aprendidas de la crisis de la pandemia de Covid-19, la T5 está diseñada de manera flexible para servir como terminales auxiliares más pequeñas cuando sea necesario. También se introducirán disposiciones especializadas para reducir la transmisión de enfermedades, incluido un sistema sin contacto en los puntos de contacto de los pasajeros y un sistema de ventilación mejorado.
El Aeropuerto Internacional Changi (SIN) en 2019 movilizó 68.283.000 pasajeros, siendo el noveno más transitado de Asia y ha sido catalogado por Skytrax como el mejor aeropuerto a nivel mundial en varias ocasiones, además de ser el hub principal de Singapore Airlines.
Changi está conectado con más de 120 ciudades alrededor del mundo por parte de más de 80 aerolíneas que operan unos 4.000 vuelos semanales.
Una Terminal Sostenible
La T5 será un edificio Green Mark Platinum Super Low Energy, aprobado por la Autoridad de Edificación y Construcción, que contará con paneles solares, sistemas inteligentes de gestión de edificios y refrigeración en base al almacenamiento de energía térmica.
Una Terminal impulsada por la tecnología
La nueva terminal estará diseñada para acomodar y facilitar el despliegue de nuevas tecnologías, como vehículos autónomos y robots de manejo de equipaje, para automatizar y digitalizar las operaciones aeroportuarias, mejorando la experiencia del pasajero e incrementando la productividad de la fuerza laboral.
Esto brindará a las empresas locales la oportunidad de desarrollar capacidades en áreas nuevas y emergentes, como la robótica y la inteligencia artificial, y en última instancia creará empleos de calidad para los singapurenses en el ecosistema aeroportuario.
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