La Asociación Dominicana de Líneas Aéreas (ADLA), que reúne a Air Century, GECA Servicios Aéreos, Helidosa, SAP, Sky Cana y Sky High manifestó su oposición a que el gobierno avance en las negociaciones para establecer un acuerdo de cielos abiertos con Estados Unidos por considerar que las empresas se desarrollan en contextos muy diferenciados y desproporcionados, lo que podría conducir a la extinción de la industria aérea local.
“La firma de este acuerdo supondría la minimización de la intervención gubernamental en la designación de rutas, casi único recurso que ampara a las aerolíneas dominicanas permitiéndoles mantener una cuota en los mercados que por naturaleza le pertenecen y donde las condiciones para competir son más favorables que las existentes en comparación con los Estados Unidos, país en el que las aerolíneas operan bajo un contexto impositivo ajustado y en adición reciben por parte de su gobierno incentivos directos y ayudas económicas que van desde exoneraciones millonarias hasta inyecciones de capital líquido como soporte en circunstancias apremiantes», dijo Omar Chahin Lama, presidente de ADLA, a través de un comunicado.
El ejecutivo puso como ejemplo de esto que durante la crisis desatada por la pandemia las aerolíneas estadounidenses recibieron miles de millones de dólares en ayudas por parte del estado, mientras que, en República Dominicana, «lejos de ser protegidas, fueron obligadas a pagar impuestos aún con ejercicios resultantes en pérdidas».
Considerando la programación cargada en los sistemas y recopilada por Aviacionline a través de Cirium, durante septiembre habrá 689.974 asientos ofrecidos en 3.916 vuelos regulares entre República Dominicana y los Estados Unidos. Las aerolíneas del país norteamericano concentran aproximadamente el 95% de la oferta uniendo a Miami, Fort Lauderdale, Houston-IAD, Austin, Orlando, Atlanta, Charlotte, Chicago, Washington-IAD, Baltimore, Philadelpia, Newark, Nueva York-JFK y Boston con Santo Domingo, Punta Cana, El Cibao y Puerto Plata. A su vez, Estados Unidos representa casi el 60% de la cantidad de asientos ofrecida en República Dominicana.
La Junta de Aviación Civil Dominicana había informado a mediados de agosto, en el marco de un balance de gestión de las autoridades actuales a dos años de su asunción, que estaban avanzando en «las negociaciones para la suscripción del Acuerdo de Cielos Abiertos con Estados Unidos, que busca incrementar las operaciones áreas de las aerolíneas nacionales y extranjeras sin límites de frecuencia y capacidad».
“Este año asumimos el reto de ampliar la política de Cielos Abiertos”, había dicho en esa oportunidad Marte Piantini, presidente de la JAC, destacando además que en 24 meses aprobaron 62 nuevas rutas internacionales mientras se negociaron servicios aéreos con países como Argentina, Costa Rica, Guatemala, Cuba, Kuwait, Brasil y República Checa, entre otros.
Entre enero y julio de 2022 los aeropuertos dominicanos movilizaron 9.216.487 pasajeros internacionales, cifra 72% superior a la del mismo período de 2021 y al mismo nivel que en 2019.
En este contexto, el transporte aéreo en República Dominicana está a días de empezar a vivir su propia revolución cuando el 15 de septiembre Arajet inaugure sus vuelos regulares. Con cinco Boeing 737 MAX en su flota y hasta 35 aviones pedidos, además del respaldo de pesos pesados de la industria a nivel global, la ultra low-cost planea convertir al Aeropuerto Internacional Las Américas de Santo Domingo en un nuevo hub continental que le haga contrapeso al de Copa Airlines en Panamá y al incipiente hub de Viva en Medellín.
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