En una reunión del Consejo de Competencia de la Casa Blanca, Joe Biden anunció el pasado lunes una nueva normativa que tendrá como objetivo asegurar que los clientes de vuelos comerciales accedan a la tarifa final que deberán abonar desde el inicio mismo del proceso de reserva.
En caso de aprobarse de forma definitiva, tanto las aerolíneas como los buscadores de vuelos tendrían que mostrar el precio base de los billetes y todas las tarifas adicionales para evitar que los consumidores paguen cargos ocultos. Los costes a afrontar por viajar con niños, por solicitar modificaciones de itinerarios o por abordar con maletas de mano, entre otros, deberían ser incluidos en la primera cotización.
De acuerdo con la administración estadounidense, la norma buscará «reforzar significativamente la protección de los consumidores» al garantizar el acceso a una información más completa. «La propuesta pretende proporcionar a los clientes la información que necesitan para elegir la mejor oferta», aseguró el Departamento de Transporte de los Estados Unidos (DOT) a través de un comunicado de prensa.
Actualmente, el precio final de un billete aéreo puede incrementarse significativamente con respecto al reflejado en una búsqueda inicial. Esto se debe a que muchos cargos extras pueden acumularse y superar lo que en primer término podría juzgarse como una tarifa baja.
La Casa Blanca sostiene que la nueva normativa impediría que las aerolíneas oculten el «coste real» de los pasajes, lo que ayudaría a los consumidores a ahorrar dinero por adelantado y fomentaría una mayor competencia entre las compañías para ofrecer mejores tarifas. «Uno debe saber el coste total de su billete cuando está comparando precios», dijo Biden.
En ese sentido, la disposición responde a la orden ejecutiva de promoción de la competencia en la economía que el máximo mandatario firmó con la intención llevar a cabo 72 iniciativas, de más de una docena de organismos federales, para abordar algunos de los principales problemas de la economía estadounidense. Entre ellos, la inflación, que aún se mantiene en niveles inusitadamente altos para el país.
La información completa y adelantada sobre las tarifas se exigiría para todos los vuelos comerciales con origen o destino en territorio estadounidense. No obstante, deberá atravesar un período de sesenta días antes de su aprobación definitiva.
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