Adiós a la era de SOFIA: el Boeing 747SP de la NASA encuentra un nuevo hogar

Agustín Miguens

La aeronave del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en ingles) de la NASA, un Boeing 747SP, encontró un nuevo hogar luego de su desprogramación: la aeronave será exhibida en el museo Pima Air and Space de Tucson, Arizona.

Ayer, 13 de diciembre, realizó su último viaje entre el Centro de Investigaciones de Vuelo Armstrong de Palmdale, California, hasta la ciudad donde permanecerá.

La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Alemana (DLR), habían anunciado en abril que suspenderían las operaciones de vuelo de SOFIA en septiembre. El proyecto fue posible gracias a una colaboración entre ambas agencias: la alemana afrontó el 20% de los costes totales.

Según explicaron en ese momento, la decisión se tomó tras una evaluación llevada a cabo por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, que arrojó que los costes operativos resultaban demasiado elevados para mantener el proyecto y misiones continuas.

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El Boeing 747SP SOFIA, en una visita al Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez (SCL) de Santiago de Chile.

El Boeing 747SP SOFIA

El avión SOFIA es un Boeing 747SP que inició sus operaciones de observación espacial en 2014. Se trata de una aeronave modificada para transportar un telescopio reflector y es la única de su tipo en el mundo. En 2019 completó su misión principal de cinco años, que luego se extendió por otros tres, hasta 2022.

Durante ese tiempo, se utilizó con éxito en misiones de investigación científica y completó cerca de 800 vuelos. Los datos recolectados por cada una de sus operaciones están disponibles en los archivos de la NASA para los astrónomos de todo el mundo.

La agencia estadounidense adquirió el Boeing 747SP y se encargó de su conversión. Por su parte, la Agencia Espacial Alemana suministró el telescopio, de 2.7 metros de longitud, que se instaló en el fuselaje de la aeronave. El «Jumbo» puede volar a una altitud de alrededor de 13 kilómetros y efectuar observaciones de radiación infrarroja de longitudes de onda de entre 0.3 y 1.600 micrómetros.

Gracias a la instalación de una puerta de gran tamaño en el fuselaje que puede permanecer abierta durante el vuelo, el Boeing 747SP reconvertido realizó misiones de observación de la luz infrarroja de la Luna, los planetas de nuestro sistema solar, estrellas, nebulosas y galaxias cercanas. Su aporte fue de gran relevancia para el estudio sobre la evolución de las galaxias y la formación de estrellas y sus sistemas planetarios.

Luego de ocho años de servicio, SOFIA completó su programa científico y finalizó sus operaciones el 29 de septiembre de 2022.

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