A partir del 8 de enero de 2023 reabrirá sus fronteras luego de estar tres años cerradas y eliminará el requisito de cuarentena obligatoria para la entrada del país, según reportes del South China Morning Post (SCMP).
El gigante asiático fue la primera nación en ser afectada por el COVID-19, y desde el estallido de la pandemia mantuvo una política de restricción casi total, cerrando ciudades enteras e imponiendo cuarentenas y aislamiento de infectados, prácticas abandonadas ya por casi todo el mundo.
Las autoridades sanitarias provinciales ya se encuentran preparadas para atender el plan de gestión para la reapertura de las fronteras, donde China solo exigirá una prueba PCR de 48 horas para la entrada al país, reporta el SCMP.
Un funcionario de salud de la provincia sureña Guangdong comentó que ya están en los preparativos para abrir la frontera con Hong Kong. “Establece la dirección a seguir en el control de Covid-19 de China, que es más flexible y menos perturbador para la vida de las personas”, dijo el funcionario.
Por otro lado, el diario Global Times indica que el plan de reapertura contempla mejoras en los procesos de solicitud de visa para extranjeros, y así también la reanudación de viajes de salida de ciudadanos chinos. El mismo medio indica que las consultas por boletos aéreos internacionales aumentaron siete veces en los 15 minutos posteriores a que se informara sobre la eliminación de restricciones.
El sector aéreo en China fue gravemente golpeado desde enero de 2020 cuando las aerolíneas empezaron a cancelar sus operaciones en el país. El tráfico de pasajeros internacionales se redujo sustancialmente hasta llegar a niveles mínimos.
Grandes proyectos como el Aeropuerto Internacional de Pekín – Daxing (PXK) quedaron estancados por la falta de operadores extranjeros y la poca demanda en el mercado nacional.
Con el inicio de la apertura de las fronteras en China, se espera que las aerolíneas regresen próximamente al país y los operadores nacionales reconstruyan su red internacional.