La semana pasada se cuestionó en España el proceso de selección de personal de las compañías aéreas de Oriente Medio, en particular Kuwait Airways, cuando elDiario.es publicó un reportaje a tres candidatas que asistieron a un evento de selección celebrado en Madrid, en el que afirmaban haber estado expuestas a condiciones sexistas y vejatorias.
Las entrevistadas, la más destacada de las cuales era una joven de 23 años llamada Bianca, acusaron a los reclutadores de pedir a las candidatas que se quedaran en ropa interior sólo para comprobar si no tenían tatuajes visibles.
Este miércoles, la aerolínea de bandera del Estado de Kuwait se ha pronunciado oficialmente sobre las acusaciones que recibió en España por su proceso de reclutamiento.
El comunicado dice así: «Kuwait Airways, durante los últimos cinco años, ha utilizado la misma agencia de contratación de tripulantes de cabina que el 90% de las aerolíneas de la zona. Se trata de una aerolínea de gran reputación que ha contratado a personas de todo el mundo en los 68 años transcurridos desde su creación.»
La aerolínea continúa diciendo que «nunca se ha hecho una acusación tan grave contra ella […] deseamos subrayar que Kuwait Airways no puede tolerar ningún proceso que humille o degrade a ninguna persona. Deseamos informar al público en este momento que se está llevando a cabo una investigación completa con todas las partes y, en función de las conclusiones, se tomarán las medidas oportunas».
Según La Vanguardia, la empresa responsable por la selección de candidatos, Meccti, también se ha defendido, negando las acusaciones y afirmando que demandará a Bianca.
Vamos a ver, esta practica es habitual por parte de operadores en esta región y me sorprende que las academias de tripulantes de cabina no hablen de estos temas durante la formación y los rigores de trabajar con estos operadores, especialmente de su proceso de selección que ni remotamente se acerca a un cuento de hadas o película de Disney.
Por otra parte y sin ir muy lejos, se debe tener presente que en España también se discrimina y vejan a los candidatos, bien sea por carencia de experiencia, tatuajes, piercings, color de piel, origen étnico y especialmente – por edad. Por último pero no menos importante, las autoridades competentes se terminan haciendo de la vista gorda. En resumidas cuentas: casa de herrero, cuchillo de palo.
No está bien pefirle a nadie que se quite la ropa para ser seleccionado para la tarea de que se trate.
Pero hay tareas que exigen tener una «buena presencia » y el personal de cabina femenino o masculino (también hay » azafatos») debe tenerla , forma parte de la profesión y quièn no lo entienda es mejor que se dedique a tareas en otras áreas .