El proyecto para la ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona-El Prat (BCN) a partir de la construcción de una tercera pista paralela, que se emplazaría sobre el mar a 1.850 metros de la orilla, genera polémica entre distintos actores involucrados debido a la viabilidad económica y su potencial impacto ambiental.
Las obras demandarían una inversión total de unos 2.100 millones de euros. En caso de concretarse, la pista marina se convertiría en la primera instalación aeroportuaria de este tipo en España. Actualmente, Barcelona-El Prat cuenta con dos pistas paralelas, de orientación 06L/24R y 06R/24L. Hay también una tercera pista con orientación 02/20, de menor extensión.
Según informó La Vanguardia, el proyecto consiste en la construcción de una pista sobre el Mediterráneo de unos 3.400 metros de longitud. En ese sentido, representa una alternativa a lo originalmente propuesto por Aena. El gestor aeroportuario había planteado la posibilidad de extender en 500 metros la pista 06R/24L, la más cercana a la costa y la de menor extensión entre las dos pistas paralelas.
Todos los planes persiguen el mismo objetivo: incrementar la capacidad del mayor aeropuerto de la región para permitir que todas las aeronaves de gran porte puedan operar sin las limitaciones actuales. Es por ese motivo que hoy coexisten otros proyectos de extensión de las tres pistas actualmente operativas.
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La polémica en torno a la construcción de la tercera pista
A diferencia del proyecto de Aena, la pista sobre el mar evitaría la afectación del área terrestre de la red terrestre Natura 2000, un espacio de conservación de biodiversidad establecida de acuerdo con criterios propuestos por la Unión Europea. Sin embargo, sí tendría un impacto en el ecosistema marino. Por ello, la idea genera debates internos en Cataluña y despierta polémicas en torno al futuro de la terminal aerocomercial.
De acuerdo con La Vanguardia, una consultora privada elaboró la propuesta y la presentó a miembros del gobierno de Cataluña, incluido Pere Aragonès, presidente de la Generalidad. Actualmente estudian cada uno de sus puntos, aunque oficialmente no se asumió el proyecto como oficial.
En caso de que las autoridades aprueben la iniciativa, aún quedarían por resolver importantes cuestiones vinculadas no sólo con la viabilidad técnica y la seguridad aérea, sino también con el impacto ambiental que la obra acarrearía. Anteriormente, el ayuntamiento del Prat de Llobregat ya rechazó propuestas similares.
Además, el proyecto superaría en más de 400 millones de euros al propuesto por Aena, por lo que las compañías aéreas podrían tener que afrontar mayores tasas por la utilización de las instalaciones. Impulsores del proyecto destacan que la nueva pista permitiría incrementar los movimientos de aeronaves hasta alcanzar las noventa operaciones cada hora.