Hace unos días aparecieron en diferentes redes sociales supuestos documentos secretos del Pentágono que, de ser ciertos, permiten conocer el estado real de las defensas aéreas de Ucrania.
La aparente fuga de informes de inteligencia confidenciales sobre la guerra en Ucrania (y sobre las acciones geopolíticas de EE.UU. en el mundo) está generando todo tipo de preguntas y acalorados debates. Son reales? Son producto de una operación de inteligencia rusa? Son una operación de desinformación norteamericana? Probablemente nunca tengamos respuestas definitivas a estas preguntas, pero la información contenida en esos documentos es coherente y muchos medios periodísticos norteamericanos les otorgan un alto grado de validez.
Sobre las capacidades de defensa aérea de Ucrania
El documento recuperado que trata sobre la situación de la defensa aérea ucraniana es muy rico en información y evidencia las dificultades de Kiev para hacer frente al aluvión de misiles rusos.
Defensa aérea estratégica y táctica
El documento (confeccionado en febrero 2023) sugiere que para mayo, los sistemas de misiles ucranianos S-300 (SA-10) se van a quedar sin stock de misiles; y los BUK (SA-11) abrían agotado sus reservas de misiles en marzo. Estos sistemas, heredados de la era soviética, representarían el 89% de su capacidad de defensa aérea de alta y media cota.
Esta situación, junto a la incapacidad de la Fuerza Aérea Ucraniana de establecer una capacidad defensiva aire-aire efectiva, permiten la acción libre de los bombarderos y cazas rusos en cotas medias y altas. Lo que también tiene un impacto negativo en la capacidad de reabastecer a las fuerzas ucranianas del frente mediante helicópteros.
#Ukraine: A Ukrainian 9A310M1 TELAR of the Buk-M1 air-defense system was destroyed by a Russian Lancet loitering munition in #Donetsk Oblast. pic.twitter.com/t8F9v972le
— 🇺🇦 Ukraine Weapons Tracker (@UAWeapons) April 10, 2023
Respecto de otros sistemas anti-aéreos como los S-125 Nova/Pechora (SA-3), S-300V (SA-12), NASAMS, IRIS-T, etc, solo se poseen en cantidades reducidas y por tanto su utilidad se limita a brindar protección en áreas sensibles e infraestructura crítica.
Defensa aérea de corto alcance
La situación de los sistemas de defensa aérea de corto y muy corto alcance (Gepard, Crotale, MANPADS) no es mala y ayuda a mitigar las carencias de los medios de defensa aérea estratégicos y tácticos. Sin embargo, y pese a que mostraron una gran letalidad durante las primeras fases del conflicto, la Fuerza Aérea Rusa (VVS) logró modificar sus tácticas y está desplegando una serie nueva de armas de precisión, lo que reduce notablemente la efectividad de este tipo de medios anti-aéreos.
El curso de acción sugerido
Las medidas correctivas de corto plazo sugeridas son la de buscar más misiles para los sistemas S-300 y BUK en países aliados de EE.UU (como podría ser Grecia, que tiene S-300 desplegados en Chipre) y restringir el uso de estos medios anti-aéreos contra los objetivos más rentables y en la protección de los blancos sensibles. También se promueven otras medidas como el aumento de ataques de drones suicidas contra los aeródromos rusos, la ampliación de operaciones de fuerzas especiales tras las líneas enemigas y mayor uso de tácticas de engaño con blancos falsos.
A mediano plazo (tres a seis meses) se debe incrementar el envío de sistemas de defensa aérea occidentales (I-Hawk, IRIS-T, NASAMS, Patriot, etc.) y el despliegue de talleres de reparación de misiles móviles.
La solución a largo plazo sugerida, es establecer en Ucrania un sistema de defensa aérea integrada, digital y multicapa, bajo estándares OTAN.
Si bien es cierto que esta serie de documentos secretos supuestamente filtrados podrían terminar siendo una elaborada obra de distracción, no hay que olvidar que para que una mentira sea efectiva, tiene que contener el mayor grado de veracidad posible.