El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva quiere atraer al menos a cinco aerolíneas internacionales de bajo coste a Brasil con el objetivo de incrementar la competitividad de los operadores que ya tienen presencia en el país y propiciar una reducción de las tarifas aéreas.
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Gobierno de Brasil quiere atraer a nuevas aerolíneas de bajo coste
A mediados de la semana anterior, el ministro de Puertos y Aeropuertos, Márcio França, declaró que la atención de la administración se centra en atraer a «cuatro o cinco» grandes empresas.
El funcionario sostuvo que su participación en el mercado brasileño obligaría a las aerolíneas nacionales a adecuarse para competir y contribuiría a bajar los precios de los billetes.
Según França, al menos una de ellas ya confirmó que operará en Brasil, mientras que la segunda lo haría en breve. No obstante, aún no se conoce de qué línea aérea se trata.
Las compañías que se intentan atraer a Brasil son la argentina Flybondi, la estadounidense JetBlue, la emiratí Flydubai, la británica easyJet y la irlandesa Ryanair, que actualmente es la mayor aerolínea de bajo coste en Europa.
El «pasaje aéreo social»
Otra de las medidas del actual gobierno para dinamizar el mercado aerocomercial brasileño fue anunciada en marzo pasado: se trata del programa «Vuela Brasil» (Voa Brasil), una especie de «tarifa social» con billetes a 200 reales (unos 38 dólares estadounidenses).
El propio Márcio França reveló el plan en una entrevista concedida al diario Correio Braziliense y mencionó cómo la gestión que asumió el 1 de enero de este año pretende cumplir su promesa de lograr que «los pobres vuelvan a viajar en avión». Además, aseguró que se significará «una revolución en la aviación brasileña».
Según detalló nuestro medio asociado en Brasil, AEROIN, el objetivo de la iniciativa es ocupar los asientos vacíos en los vuelos domésticos, que en promedio representan el 20% del total. Los pasajes, que los interesados podrán adquirir a través de los portales de venta de los operadores, estarían sujetos a la disponibilidad.
El plan del gobierno de Brasil es que no haya subsidios, sino que se llegue a un acuerdo con las aerolíneas para que cada empleado público que gane hasta 6.800 reales mensuales (unos 1.300 dólares), así como estudiantes, jubilados y pensionistas, puedan utilizar dos billetes de ida y vuelta al año.
En los últimos días se conoció que la iniciativa comenzaría en agosto con la participación de Azul, Gol y LATAM, las tres mayores compañías aéreas de Brasil. De acuerdo con el ministro, el gobierno federal aún debe cerrar acuerdos con los concesionarios responsables de los aeropuertos. Sin embargo, la adhesión de las aerolíneas ya está confirmada.
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