Este domingo fue un día histórico en la aviación china después de que debutara en el servicio regular el primer reactor comercial completamente diseñado en el país.
El C919 de China Eastern Airlines voló de Shanghai a Pekín con 130 pasajeros a bordo, la mayoría invitados y prensa. El logro fue retransmitido por la televisión estatal china y motivo de celebración en el país, según reporta nuestro medio asociado, Aeroin.
Anteriormente, China había producido reactores comerciales que utilizaban aviones estadounidenses como base: el Shanghai Y-10 tenía el fuselaje, las alas y los motores del Boeing 707, mientras que el más reciente ARJ-21 es una versión modificada y autorizada del Douglas DC-9/MD-80.
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A diferencia de ellos, el C919, que ha despegado hoy en su primer vuelo comercial con pasajeros, fue diseñado en la mesa de dibujo por chinos desde el principio, que realizaron la mayor parte del diseño crítico del avión, que son los fuselajes y las alas. A su vez, los motores, la aviónica, el tren de aterrizaje y el sistema hidráulico son todos occidentales, siguiendo la línea de la mayoría de los fabricantes extranjeros.
El avión chino, que compite con el Airbus A320 y el Boeing 737, comenzó a fabricarse en 2011, voló por primera vez en 2017 y no fue certificado hasta finales del año pasado, para hoy, más de 5 meses después, realizar su primer vuelo comercial.
El fabricante COMAC dijo que se han realizado más de 1.200 pedidos, pero solo la mitad de ellos han sido revelados hasta ahora, todos de aerolíneas chinas.
COMAC prevé que se entregarán más de 40.600 nuevos aviones en el mercado mundial entre 2020 y 2039, por un total de unos 5,9 billones de dólares. De ellos, el volumen de entregas de los aviones chinos C919 y ARJ21 desarrollados por la compañía podría rondar los 732.000 millones de dólares.
El C919 tiene versiones con diferente cantidad de asientos (de 158 a 190), de forma similar a los competidores occidentales de Airbus y Boeing. La autonomía de vuelo media del C919 será de unos 4.075 km, la máxima – 5.500 km, pudiendo volar a una altitud de hasta 12.000 m.
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Dificultades del C919
El desarrollo del «A320/737 killer» no estuvo exento de complicaciones. Desde que se presentara en 2008, COMAC enfrentó problemas en el suministro de repuestos por parte de sus proveedores y el endurecimiento de los controles a las exportaciones por parte de Estados Unidos.
Desde diciembre de 2020, el país norteamericano exige licencias especiales para exportar piezas y asistencia tecnológica a cualquier empresa que posea lazos con el ejército chino. Esta medida afectó particularmente el desarrollo del programa, que ya había sufrido demoras en su cronograma inicial.
Si bien la aeronave se ensambla en China, depende en gran medida de componentes occidentales. La planta motriz y la aviónica, dos elementos claves del desarrollo de un nuevo avión, no son producidos en el país asiático. Como consecuencia, el proyecto se volvió más vulnerable a las restricciones internacionales en materia de exportaciones y transferencias de tecnologías.
