Boeing vuelve a enfrentar un nuevo obstáculo en la producción de su avión estrella, el 787 Dreamliner. Esta vez, se detectó un defecto de calidad en un accesorio de montaje en el estabilizador horizontal. Este hallazgo retrasará las entregas del avión mientras los equipos de mecánicos trabajan para corregir el problema.
La compañía emitió un comunicado donde informaba sobre la situación: «Estamos inspeccionando los aviones 787 en nuestro inventario debido a una condición no conforme relacionada con un accesorio en el estabilizador horizontal. Las inspecciones y el trabajo de corrección requerido afectarán el cronograma de las entregas a corto plazo del 787″. Sin embargo, se aclaró que el defecto no representa un peligro inmediato para la seguridad del vuelo y que la flota en servicio puede continuar operando sin problemas.
Un historial problemático
Este último inconveniente se suma a una larga lista de problemas de calidad que ha enfrentado el Dreamliner en los últimos años, lo que ha tenido un impacto significativo en las operaciones y en las finanzas de Boeing. El accesorio de montaje defectuoso es suministrado por un proveedor externo y se instala en el estabilizador durante el proceso de fabricación en la planta de Boeing en Salt Lake City.
De acuerdo con lo reportado por Dominic Gates para el Seattle Times, el defecto en cuestión consiste en una pequeña separación, de grosor similar a un papel, en el accesorio de montaje. Normalmente, este tipo de separaciones se solucionan mediante el uso de una lámina conocida como shim. Sin embargo, en este caso, los shims utilizados en el accesorio no tienen el tamaño correcto, lo que ha llevado a que la separación supere las especificaciones permitidas.
Complicaciones anteriores y soluciones
Este no es el primer incidente de este tipo que afecta al estabilizador horizontal del 787. En el otoño de 2020, se descubrió que ciertos componentes dentro de la cola habían sido sujetados durante el proceso de construcción con una fuerza mayor a la especificada, lo que generó huecos más anchos de lo permitido.
El equipo técnico de Boeing está trabajando en la planificación de las reparaciones necesarias y se espera que cada avión requiera varias semanas para completar el proceso. La compañía ha informado a las autoridades pertinentes, como la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), así como a sus clientes, sobre el progreso en la solución de este problema.
Esta nueva demora en las entregas del 787 se suma a otros contratiempos que Boeing ha enfrentado en los últimos años, incluyendo problemas de calidad en las uniones del fuselaje que detuvieron las entregas por varios meses. Estos incidentes han generado costos adicionales significativos para la compañía, que ha estado trabajando arduamente en la corrección de los aviones almacenados y en la mejora de sus procesos de fabricación.
A pesar de este nuevo desafío, Boeing confía en superar esta situación y seguir adelante con la producción y entrega de sus aviones 787 Dreamliner. La compañía está revisando los registros de fabricación y realizando inspecciones exhaustivas para determinar la cantidad de aviones afectados por este nuevo defecto. Aunque se espera que las entregas se retrasen, por el momento Boeing no ha modificado su proyección de 70 a 80 entregas del 787 para este año.