El programa Beluga XL de Airbus ha alcanzado un nuevo hito al haber tenido lugar el pasado viernes 21 de julio el primer vuelo del que es el último avión en fabricarse.
La aeronave, que lleva la matrícula provisoria F-WWYX, despegó desde el aeropuerto de Toulouse-Blagnac a las 9:00 y aterrizó nuevamente a las 11:42 luego de sobrevolar el sureste de Francia alcanzando un techo de 35 mil pies, según puede observarse en esta captura de FlightRadar24:
El Beluga XL sigue un concepto similar al de su predecesor, el icónico Beluga. Está basado en un Airbus A330-200 con un techo extendido que permite transportar cargas voluminosas necesarias en la logística del fabricante, que tiene proveedores distribuidos por toda Europa. La nueva versión tiene una capacidad 30% mayor, pudiendo llevar por ejemplo dos alas de un A350 XWB en lugar de una con un alcance de hasta 4.000 kilómetros. Están equipados con motores Rolls Royce Trent 700.
El programa fue lanzado en 2014 previendo la fabricación de cinco aeronaves, a la que se sumó una sexta ante el crecimiento de la demanda. La primera, matrícula F-GXLH, entró en servicio en enero de 2020, siguiéndole el F-GXLI en octubre del mismo año, el F-GXLJ en octubre de 2021 y el F-GXLN en septiembre de 2022. El quinto Beluga XL, matrícula F-GXLG, entrará en servicio en breve para luegode acuerdo consexto.
La flota Beluga XL recorre normalmente diferentes centros de producción de Airbus. En la última semana, de acuerdo a los registros en FlightRadar24, en conjunto visitaron Toulouse, Hamburgo, Bremen, Saint Nazaire y Bordeaux. Los cuatro Beluga (derivados del A300) que todavía sigue operando Airbus visitan destinos similares, aunque en 2022 la empresa también los puso a disposición de la unidad Airbus Beluga Transport para ofrecer servicios de transportes de cargas de grandes dimensiones a terceros.
Ver también: Airbus comienza a ofrecer su flota para transporte general de carga
Cuando se lanzó el programa Beluga XL, Airbus había manifestado que los Beluga continuarían siendo utilizados por al menos cinco años más después de la entrada en servicio de las aeronaves de nueva generación para atender la creciente demanda.