Virgin Australia se convierte en la segunda aerolínea que suspende recientemente su flota de aeronaves, a raíz del hallazgo de piezas de motor con certificados de liberación falsificados. Las aeronaves afectadas son dos Boeing 737-800, siguiendo así los pasos de la aerolínea estadounidense Southwest, que anteriormente reportó la misma problemática, de acuerdo a nuestro medio asociado, Aeroin.
Estas piezas defectuosas forman parte de un lote suministrado por la firma británica AOG Technics, destinadas a los motores de tipo CFM56, uno de los modelos de motores a reacción más populares en el mundo. Actualmente, la empresa británica se encuentra en el epicentro de un escándalo por falsificación de documentos y proveer componentes reacondicionados o incluso falsos, poniendo en potencial riesgo las operaciones comerciales de las aeronaves.
Según informes de los medios de comunicación australianos, AOG habría distribuido estos componentes a empresas de mantenimiento y aerolíneas para ser incorporadas en aviones ya en circulación. Este escándalo ha motivado a fabricantes y entes reguladores a trazar un rastro exhaustivo de la distribución de estas piezas fraudulentas.
CFM, la compañía encargada de los motores CFM56, ha identificado 68 motores afectados hasta la fecha. Además, señalaron que están llevando a cabo una acción legal contra AOG, con el objetivo de recopilar más detalles sobre este grave asunto.
Ante estos eventos, Virgin Australia ha instado a sus pasajeros a estar alerta ante posibles modificaciones en sus vuelos, ya que otras aeronaves podrían verse afectadas. Hasta el momento, AOG no ha emitido ningún comunicado para defenderse de las acusaciones en su contra.