La aerolínea afiliada a la Guardia Revolucionaria de Irán, Mahan Air, quedó nuevamente en el centro de la polémica tras transferir uno de sus dos Airbus A340-212, anteriormente operados por la Fuerza Aérea Francesa, a la aerolínea venezolana Conviasa.
De acuerdo con lo reportado en X por Babak Taghvaee, el avión que llevaba la matrícula F-RAJB en Francia, ahora opera bajo la matrícula YV3554 en Conviasa, entregado en dry-leasing a la aerolínea venezolana pero propiedad de Mahan Air.
Took place yesterday. #IRGC affiliated #MahanAir transferred one of its two former #French Air Force’s Airbus A340-212s to #Venezuela‘s #Conviasa airlines. The aircraft which was operated as F-RAJB in the French Air Force is now YV3554 in Conviasa. Similar to three A340-642s,… pic.twitter.com/rfxAxNn0S3
— Babak Taghvaee – The Crisis Watch (@BabakTaghvaee1) October 4, 2023
Este movimiento refleja una tendencia en curso de Irán de adquirir aviones a pesar de las sanciones que prohíben la adquisición de material occidental. En diciembre de 2022, Irán había incorporado cuatro Airbus A340-300, previamente operados por Turkish Airlines, con ayuda de Burkina Faso. Estos aviones fueron posteriormente identificados en el aeropuerto internacional de Mehrabad en Teherán, confirmando así las maniobras iraníes para eludir las restricciones.
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Las operaciones de Irán en el mercado aeronáutico global se extendieron aún más cuando dos Airbus A340-212 volaron desde Indonesia a Irán en mayo pasado, con autorización de las autoridades de Indonesia. Estos aviones, originalmente parte del Armée de l’Air et de l’Espace, pasaron a manos de LMO Aero, una compañía francesa, antes de ser adquiridos por una empresa maliense, supuestamente una fachada para Mahan Air.
Eventualmente, estos aviones llegaron a Irán, uno de los cuales fue personalmente trasladado por Mahdi Maghfouri, alto directivo de Mahan Air, al aeropuerto internacional de Teherán.
Este no es el primer incidente en el que Mahan Air ha estado implicada en transacciones aeronáuticas cuestionables. En un evento anterior, un Boeing 747-300M operado por Mahan Air fue adquirido por la división de carga de Conviasa, Emtrasur, y posteriormente retenido en Buenos Aires, Argentina, luego de un vuelo de carga. Las autoridades estadounidenses iniciaron un proceso de incautación, revelando que Mahan Air había obtenido la aeronave a través de una triangulación con Lance Tech General Trading LLC, una empresa de Emiratos Árabes Unidos.
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Estos eventos subrayan las tácticas complejas empleadas por Irán y sus asociados para continuar las operaciones aéreas y fortalecer los lazos entre naciones aliadas como Venezuela, desafiando las sanciones internacionales impuestas. La saga de las transferencias de aeronaves entre Irán y Venezuela ilustra un entramado internacional que desafía las normativas globales y pone en el foco las implicancias geopolíticas de la aviación en el escenario global contemporáneo.
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