Accidente de un Aero L-29 Delfín en Argentina: esto sabemos

En el marco del segundo día del festival aéreo que se estaba realizando en la ciudad de Villa Cañas, 180 kilómetros al suroeste de Rosario, en Argentina, este domingo se estrelló un Aero L-29 Delfín.

Según puede observarse en videos subidos por el público en las redes sociales, la aeronave, uno de los pocos L-29 de uso civil y también uno de los pocos en condiciones de aeronavegabilidad que existían en el mundo, se estrelló cuando realizaba un vuelo acrobático.

En los videos (que preferimos no reproducir aquí), el L-29 hace un vuelo rasante sobre la pista cerca del público y, al ganar altura nuevamente, cae en picada y se estrella en un descampado cercano, explotando e incendiándose.

Al momento de esta publicación la Junta de Seguridad en el Transporte de Argentina no informó ningún detalle sobre el accidente.

Por otra parte, medios locales reportan que a bordo del Aero L-29 Delfín había dos tripulantes.

El Aero L-29 Delfín pertenecía a Alberto Pol, empresario del interior de la provincia de Buenos Aires, quien la adquirió en 2011 y, desde entonces, era una aeronave muy esperada en los encuentros aéreos que se desarrollan en Argentina.

 

El Aero L-29 Delfín, joya Checoslovaca

El Aero L-29 Delfín es un avión de entrenamiento militar a reacción que fue introducido en la Fuerza Aérea Checoslovaca en 1961. Diseñado por Aero Vodochody, el L-29 fue el primer jet de entrenamiento producido en masa en toda la región del Pacto de Varsovia, excluyendo a Rusia. Debido a su diseño robusto y confiable, así como a su fácil mantenimiento y operación, se convirtió en el entrenador estándar para las fuerzas aéreas del Pacto de Varsovia durante la Guerra Fría.

El Delfín destaca por su durabilidad y versatilidad, lo que ha permitido que siga siendo utilizado para entrenamiento y también en roles secundarios como avión de ataque ligero en varios países, incluso después de que la Unión Soviética se disolvió. Su diseño característico incluye un ala recta y un fuselaje que aloja a dos tripulantes en tándem bajo una amplia cubierta de plexiglás que brinda excelente visibilidad. Equipado con un motor turbojet de flujo centrífugo, el L-29 puede alcanzar velocidades de hasta 820 km/h, con un techo de servicio de 11,000 metros.

A pesar de ser reemplazado en muchos lugares por aviones más modernos, el L-29 ha encontrado una nueva vida en el circuito de carreras de aviones a reacción y en manos de operadores privados. Su legado como una herramienta esencial en la formación de pilotos de combate durante varias décadas es inconfundible, y su silueta es conocida y respetada en la comunidad aeronáutica. Con más de 3,600 unidades construidas, el Aero L-29 Delfín sigue siendo un testimonio de una era de la aviación del siglo XX.

Noticia en desarrollo

 

2 comentarios en «Accidente de un Aero L-29 Delfín en Argentina: esto sabemos»

  1. un accidente totalmente evitable. La osadía de algunos pilotos, la puesta en duda del psicofísico a partir de cierta edad y las maniobras temerarias han sido en el último tiempo el caldo de cultivo para este tipo de accidentes.

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