Spirit Airlines está tomando medidas proactivas para abordar los desafíos financieros que enfrenta, por lo que comenzó a ofrecer retiros voluntarios a un grupo de sus empleados. Esta acción responde a las tensiones financieras enfrentadas por la aerolínea de bajo costo, principalmente atribuidas a la débil demanda en temporada baja, lo que se conjuga con las interrupciones operativas relacionadas con las inspecciones de los motores de sus aeronaves.
La aerolínea recientemente tuvo que dejar en tierra más de dos docenas de aeronaves de la familia Airbus A320neo para realizar las inspecciones de sus motores GTF, fabricados por Pratt & Whitney.
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En un memo interno al que CNBC tuvo acceso, el CEO de Spirit, Ted Christie, reconoció la resistencia y dedicación demostradas por los empleados en los últimos meses. Sin embargo, enfatizó la necesidad imperativa de volver a la rentabilidad, lo que exige tomar una serie de decisiones difíciles.
«Ahora, estamos dando el siguiente paso: implementar un programa de retiros voluntarios para algunos miembros de Spirit Airlines«, escribió Christie en el memo. Este programa, similar al implementado durante la cúspide de la pandemia de Covid, tiene como objetivo readecuar el tamaño de la organización a las actuales restricciones de flota y de demanda.
Christie mencionó que la empresa ya implementó medidas de reducción de costos, como la suspensión de la formación de nuevos pilotos y tripulación de cabina de pasajeros. También, decidió restringir lo abonado en concepto de gastos de la tripulación y ajustar su red de destinos, incluyendo abandonar todas las operaciones al Aeropuerto Internacional de Denver.