El lunes pasado un Boeing 787-9 de LATAM Airlines (matrícula CC-BGG) que volaba entre Sydney y Auckland como parte de un servicio que finalizaba en Santiago de Chile experimentó una pérdida de altitud repentina que provocó que casi 50 pasajeros resultaran heridos, con una decena de ellos debiendo ser trasladados a un hospital al arribo en Auckland.
Ahora, nueva información dada a conocer por Jon Ostrower en su portal The Air Current señala que la investigación sobre el incidente estaría enfocada en determinar si la causa fue el movimiento de un asiento de la cabina de vuelo del 787.
«La cuestión clave para los investigadores es qué provocó que el asiento se moviera«, reporta Ostrower, citando a un funcionario de la aerolínea quien dio a entender que el movimiento fue «inducido por el piloto, no intencionalmente«, mientras que otra persona cercana a la investigación afirmó que fue este movimiento el que provocó que el Boeing 787-9 de LATAM se incline hacia abajo.
Pero, aclara Ostrower, al momento no se conoce cómo fue la secuencia de eventos que llevó al movimiento del asiento y la consiguiente pérdida de altitud. El periodista también indica que Boeing iría a emitir un mensaje a todos los operadores de 787 en relación al incidente de LATAM.
Si bien la caja negra del Boeing 787-9 quedó en poder de autoridades de Nueva Zelanda, es la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Chile la que liderará la investigación, para lo cual ya envió un equipo hacia Auckland.
Cuando ocurrió el incidente, desde LATAM informaron que se debió a un «evento técnico». Posteriormente, en declaraciones a CNN, un pasajero del vuelo comentó que el piloto se encontraba en estado de shock y que al preguntarle qué había pasado, le dijo que «los indicadores se fueron a negro, que perdió toda capacidad de volar por unos momentos«.