JetBlue y Spirit Airlines anunciaron hoy que han decidido mutuamente poner fin al acuerdo de fusión que habían firmado en julio de 2022 luego de que no encuentren maneras de sortear las trabas regulatorias manteniendo la viabilidad de la operación antes de que se venza el plazo pactado en cuatro meses, aún cuando siguen manteniendo que la misma sería beneficiosa para la competencia contra lo que denominan las «cuatro grandes aerolíneas dominantes» de Estados Unidos (American Airlines, Delta Air Lines, United Airlines y Southwest Airlines).
«Estamos orgullosos del trabajo que hicimos con Spirit para plantear una visión que desafíe el status quo, pero dado los obstáculos para el cierre que permanecen, decidimos juntos que los intereses de ambas aerolíneas están mejor atendidos avanzando de forma independiente. Deseamos todo lo mejor para el futuro al equipo completo de Spirit», dijo Joanna Geraghty, directora ejecutiva de JetBlue, empresa que ahora deberá pagar USD 69 millones a Spirit.
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«JetBlue tiene un fuerte plan orgánico y ventajas competitivas únicas, incluyendo una marca amada, una propuesta de valor única y geografías de alto valor. Ya hemos comenzado a avanzar en nuestro plan para restaurar la rentabilidad. Esperamos compartir más sobre nuestro progreso en los próximos meses«, continuó Geraghty.
«Después de discutir nuestras opciones con nuestros asesores y JetBlue, concluimos que los obstáculos regulatorios actuales no nos permitirán cerrar esta transacción de manera oportuna bajo el acuerdo de fusión«, agregó por su parte Ted Christie, Presidente y Director Ejecutivo de Spirit.
«A lo largo del proceso de transacción, dada la incertidumbre regulatoria, siempre hemos considerado la posibilidad de continuar operando como un negocio independiente y hemos estado evaluando e implementando varias iniciativas que nos permitirán fortalecer la rentabilidad y elevar la experiencia al pasajero«, agregó.
En sus respectivos comunicados, ambas aerolíneas hicieron énfasis en que se enfocarán en volver a la rentabilidad.
JetBlue detalló que ha identificado «múltiples iniciativas de ingresos a corto plazo para 2024, incluyendo aumento de distribución y alianzas, expansión de la funcionalidad del programa de lealtad, iniciativas de red y de servicios adicionales, las cuales entregarán más de $300 millones en beneficios de ingresos«, mientras que también «sigue en camino de entregar $175-200 millones en ahorros de costos de su programa de costos estructurales y $75 millones en ahorros de mantenimiento de su modernización de flota, así como ahorros incrementales de reducciones dirigidas en la base de costos fijos, posicionando a la compañía para acercarse a márgenes de operación cercanos al punto de equilibrio en 2024«.
En 2023, JetBlue registró una pérdida neta de USD 310 millones, una mejora de los USD 362 millones que perdió el año anterior. Spirit por su parte registró una pérdida neta de USD 447,46 millones vs USD 554 millones en 2022.