Un vuelo nacional chino desde la ciudad de Sanya, en la provincia de Hainan, a Pekín sufrió un retraso de más de cuatro horas el pasado miércoles (6) después de que un pasajero supuestamente arrojara monedas al motor del Airbus A350 que iba a realizar el trayecto.
A pesar del peligro evidente, el acto de arrojar monedas al motor de un avión se supone que trae suerte, y no es ni mucho menos la primera vez que viajeros chinos menos experimentados retrasan involuntariamente un vuelo utilizando este método.
Estaba previsto que el vuelo CZ8805 de China Southern saliera hacia las 10 de la mañana, hora local, pero tras el incidente del lanzamiento de monedas hubo que aplazarlo para que los ingenieros pudieran inspeccionar a fondo el motor y asegurarse de que no había daños.
Como informa Paddle Your Own Kanoo, el Airbus A350-900, matriculado como B-32CR, de apenas un año de antigüedad, fue autorizado a volar más de cuatro horas después de la hora de salida original, sin que se detectara ningún daño en el motor.
Se vio a un auxiliar de vuelo reprendiendo al pasajero. El hombre dijo al tripulante que había arrojado entre tres y cinco monedas al motor.
En lugar de tener buena suerte, el viajero recibió una visita a la comisaría del aeropuerto y China Southern emitió un comunicado en su cuenta de la red social Weibo advirtiendo a los pasajeros de que no participaran en «comportamientos incivilizados».
En el comunicado se advertía a los pasajeros de que los infractores serían sancionados, ya que arrojar monedas al motor supone una amenaza para la seguridad aérea.
A medida que la aviación comercial se populariza en mercados como el chino, el africano o incluso el latinoamericano, las aerolíneas, aeropuertos y el personal de tierra de aeropuertos deben estar atentos a la idiosincrasia local para prevenir situaciones que atenten contra la seguridad operacional.
