Fokker Next Gen N.V., un fabricante de aviones holandés-letón, ha firmado un Memorando de Entendimiento (MoU) con Air Baltic Corporation AS, la aerolínea nacional de Letonia, para colaborar en el desarrollo de un avión comercial impulsado por hidrógeno líquido.
Según el MoU, airBaltic proporcionará a Fokker Next Gen conocimientos sobre la implementación práctica de aviones impulsados por hidrógeno adecuados para sus rutas. Martin Gauss, presidente y CEO de airBaltic, dijo que «Nos complace firmar este MoU y colaborar con Fokker Next Gen compartiendo nuestros conocimientos y experiencia en su trabajo para desarrollar un avión impulsado por hidrógeno.»
Gauss también señaló el contexto más amplio de la industria, enfatizando la importancia de los esfuerzos colectivos en el desarrollo tecnológico para alcanzar los objetivos ambientales a largo plazo.
Fokker Next Gen está trabajando activamente en el diseño y la certificación de un avión impulsado por hidrógeno líquido que también podría acomodar combustible de aviación sostenible (SAF) o queroseno. Este diseño pretende proporcionar flexibilidad operativa en el uso del combustible durante la transición a fuentes de energía más verdes.
Será un avión de fuselaje estrecho con 120-150 plazas y una autonomía de hasta 2.500 km. Su entrada en servicio está prevista para 2035.
Juriaan Kellermann, CEO de Fokker Next Gen, señaló que «nuestro esfuerzo conjunto no solo impulsa el diseño innovador de aviones, informado por la retroalimentación directa de los usuarios, sino que también impulsa las economías de Holanda y Letonia.» Subrayó el papel de la colaboración en el avance de la tecnología de la aviación.
Compromisos ambientales
Alineada con los objetivos más amplios de la industria y la Unión Europea, airBaltic se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. La aerolínea continúa explorando soluciones innovadoras e implementando las mejores prácticas para mejorar su excelencia operativa y reducir su huella ambiental.
La asociación entre Fokker Next Gen y airBaltic busca aprovechar las fortalezas de ambas empresas para explorar el potencial del hidrógeno líquido para la aviación comercial, una parte esencial del empuje del sector hacia la reducción de emisiones de carbono.