Como un pájaro con las alas quebradas, el avión presidencial ARG01, que fuera adquirido durante la presidencia de Alberto Fernández, se encuentra desde hace más de 20 días estacionado en la zona militar del Aeroparque Jorge Newbery y no puede ser utilizado por el presidente Javier Milei, ya que vencieron todos los plazos y prórrogas para la realización del mantenimiento obligatorio, denomina 1CChec.
El Boeing 757-256 pintado con los colores celeste y blanco no vuela desde el 26 de junio, tras haber llevado al presidente Milei, entre el 21 y el 25 de ese mes a un viaje de 4 días por Europa, visitando España, Alemania y la República Checa.
El avión tenía por delante este mantenimiento mayor que se les realiza a todas las aeronaves cuando han cumplido determinadas horas de vuelo y/o ciclos, que son las veces que un avión despega y aterriza, desde antes de que terminara el 2023; sin embargo, ese trabajo no se realizó.
En su momento, el Gobierno de Alberto Fernández lanzó una licitación para realizar esos trabajos, pero el llamado a licitación fue denunciado, lo que motivó la intervención del juez Ariel Lijo y todo derivó en una causa penal que investiga si hubo negociaciones incompatibles con la función pública.
En el comienzo de la gestión de Javier Milei, y ante la decisión primaria de no utilizar los aviones de la flota presidencial, no se avanzó en el procedimiento, pero luego se resolvió que por razones de seguridad el presidente volvería a utilizar las aeronaves de la flota, por lo que se solicitaron sucesivas prórrogas para que Milei pudiese cumplir con los viajes programados al exterior.
Recientemente, el Gobierno, a través del Boletín Oficial, desestimó dos ofertas presentadas por firmas que habían propuesto encargarse del servicio de inspección mayor «1C Check» y de la actualización del sistema de comunicación satelital del avión presidencial ARG-01 que está vencido y se abrió un nuevo proceso de selección. Este mantenimiento tiene un costo de casi 3 millones de dólares.
Incluso aún, cuando una de esas empresas, «Commercial jet» que había sido pre-elegida para hacer efectiva la tarea, ya tenía preparado un «slot» en su taller para llevar adelante la tarea.
La aeronave no puede volar desde el 26 de junio pasado cuando vencieron las sucesivas prórrogas de las autorizaciones otorgadas por los organismos internacionales de aeronavegación y del fabricante.
Ahora el Gobierno tendrá solicitar un nuevo plan de «mantenimiento» a la Boeing y luego analizar si se convoca a una nueva licitación o realizar una adjudicación directa para realizar la inspección. Por el momento el avión solo puede volar en la condición de “ferry de taller”, que es cuando se lo traslada al lugar donde se llevará a cabo el mantenimiento.
Por ese motivo el comprar un 757 fue una pésima idea.
Ademas de ser un avión antiguo, no hay talleres autorizados en Argentina para hacerle ningún mantenimiento. La mejor y más ecónomica opción fue, es y será un Boing 737 business jet, que otorga una autonomia similar al 757 y ademas se cuentan con los talleres tanto de de Aerolineas como de FADEA para su mantenimiento.