La senadora Maria Cantwell, presidenta del Comité de Comercio del Senado de EE.UU., le pidió a la Administración Federal de Aviación (FAA) que realice una «revisión exhaustiva» de la efectividad y de los procesos de supervisión sobre Boeing y otros fabricantes de aviones. Esta solicitud surge tras preocupaciones sobre la vigilancia de la FAA y posibles fallos que podrían haber contribuido a los problemas de calidad de producción en Boeing.
En una carta dirigida al Administrador de la FAA, Mike Whitaker, Cantwell se preguntó si las acciones -o la falta de acción- de la FAA podrían haber influido en los recientes problemas de producción de Boeing. Hace poco, la FAA reveló que realizó 298 auditorías a Boeing y Spirit AeroSystems en los últimos dos años sin que se tomaran acciones coercitivas. Cantwell enfatizó la necesidad de un análisis de causa raíz para encarar el núcleo de los problemas en lugar de solamente reaccionar ante los síntomas, y para identificar cualquier deficiencia en la supervisión de la FAA.
La solicitud de revisión sigue a una serie de incidentes y hallazgos relacionados con los aviones de Boeing. El 5 de enero, un 737 MAX 9 de Alaska Airlines experimentó una emergencia en el aire cuando perdió una puerta anulada a 16,000 pies. Las auditorías posteriores de la FAA revelaron múltiples casos de incumplimiento de los requisitos de control de calidad de fabricación por parte de Boeing y Spirit AeroSystems. Este incidente llevó a una revisión más amplia de los procesos de producción de Boeing y los mecanismos de supervisión de la FAA.
Anteriormente, la FAA emitió un Alerta de Seguridad para Operadores (Safety Alert For Operators – SAFO) relacionado con las puertas de salida intermedias del Boeing 737-900ER, un modelo con un diseño de puerta similar al del 737 MAX 9. El alerta instaba a las aerolíneas a realizar inspecciones exhaustivas para garantizar la integridad de las puertas, tras observar problemas de mantenimiento con los tornillos durante las inspecciones.
Además, la FAA emitió en julio de 2023 una directiva de aeronavegabilidad para los aviones de las series Boeing 747-8F y 747-8 después de descubrir grietas estructurales en componentes específicos del fuselaje. Estas grietas representaban un riesgo para la integridad estructural de las aeronaves, lo que llevó a inspecciones detalladas y posibles reparaciones obligatorias.
Whitaker reconoció recientemente que la supervisión de la FAA fue «demasiado pasiva» antes del incidente de enero y dijo que es necesario un control más firme sobre las operaciones de Boeing. La autoridad aeronáutica se comprometió a utilizar todos sus recursos para que Boeing asuma la responsabilidad de cualquier incumplimiento y a mantener una mayor presencia de inspectores en el fabricante y en Spirit AeroSystems en el futuro cercano.