Estados Unidos recibió el último Sikorsky VH-92A para la flota presidencial

Martin Romero

VH-92A Marine One

La flota de helicópteros presidenciales de Estados Unidos recibió ayer, 19 de agosto, el último helicóptero VH-92A, construido por Sikorsky, una empresa de Lockheed Martin. Esto marca la finalización del programa de registro para entregar 23 nuevos helicópteros presidenciales en apoyo de la misión de transporte ejecutivo.

Ese mismo día, el Presidente Joe Biden realizó un vuelo en el Sikorsky VH-92A Patriot entregado, que es el helicóptero pesado Sikorksy S-92 adaptado para su uso por la Casa Blanca. La aeronave, en su configuración estándar, es capaz de transportar hasta 19 pasajeros. El helicóptero fue diseñado originalmente para operar en el sector de exploración petrolífera en alta mar.

La flota de helicópteros presidenciales asciende a 23 aeronaves VH-92A, incluyendo 21 helicópteros operativos y dos de prueba. Esta cantidad permite que las aeronaves estén listas para apoyar la misión de transporte ejecutivo, someterse a diversos niveles de mantenimiento, actualizaciones del ciclo de vida y proporcionar recursos para la formación de pilotos y tripulaciones.

Según informa nuestro sitio asociado AEROIN, en mayo de 2014, la Oficina del Programa de Helicópteros Presidenciales (PMA-274), con la aprobación del Departamento de Marina, adjudicó a Sikorsky un contrato para construir el próximo helicóptero presidencial, el VH-92A Patriot.

Largo historial de problemas

Este contrato se adjudicó más de 10 años después del proyecto inicial, el VXX, destinado a sustituir a los helicópteros VH-3A Sea King (SH-3A) y VH-60N White Hawk (UH-60A Black Hawk), también fabricados por Sikorsky. Actualmente hay 10 VH-3D, seis VH-60N y 9 VH-92A que prestan apoyo a diversas misiones asignadas al Marine Helicopter Squadron One (HMX-1).

La demanda surgió en la Casa Blanca tras el atentado terrorista del 11 de septiembre, en el que la comunicación a bordo del llamado Marine One se valoró como precaria. Dada la situación del país atacado y la exigencia del entonces presidente Bush (hijo) de hablar con los distintos sectores del Gobierno en el momento de mayor crisis estadounidense desde la Guerra Fría.

VH-71 en pruebas en 2005 - Foto: US Marine Corps
VH-71 en pruebas en 2005 – Foto: US Marine Corps

El concurso comenzó en 2003, con el Sikorsky VH-92 compitiendo con Lockheed Martin, que se asoció con AgustaWestland (ahora Leonardo Helicopters) para construir en EE. UU. el VH-71 Kestrel, la versión presidencial y ejecutiva del AW101, fabricado solamente en Europa y Japón.

El VH-71 acabó ganando y se firmó el contrato, con las primeras unidades modificadas para pruebas y evaluación. Sin embargo, Lockheed y Agusta se dieron cuenta de que necesitaría más modificaciones de las inicialmente previstas, por lo que empezaron a solicitar añadidos al contrato, que alcanzaron valores muy superiores a los inicialmente propuestos, lo que llevó al Gobierno a cancelarlo en 2009, en plena crisis financiera iniciada en 2008 e incluso con algunos aviones ya en pruebas finales.

En 2012 se abrió un nuevo concurso, y esta vez Lockheed decidió ponerse del lado de Sikorsky, mientras que Boeing llegó a un acuerdo con Agusta, ofreciendo los dos grupos en liza los mismos aviones que en el concurso anterior. Pasó un año y Boeing/Agusta se retiraron del proyecto, al darse cuenta de que una vez más serían incapaces de mantener el precio presupuestado.

VH-71 en pruebas en 2005 - Foto: US Marine Corps
VH-71 en pruebas en 2005 – Foto: US Marine Corps

Así pues, Lockheed Martin/Sikorsky fue la elegida en 2014, con entrega prevista para 2018, año en el que incluso se realizaron pruebas en la Casa Blanca, pero aún había que realizar modificaciones en los helicópteros y el proyecto se retrasó otros seis años, siendo ahora cuando se ultiman las entregas, lo que permitirá el inicio de las operaciones.

Y fue durante la convención del Partido Demócrata, que ratificó la elección de su vicepresidenta, Kamala Harris, como candidata a la Presidencia de EE. UU., cuando Biden estrenó el VH-92A.

Tras dos horas de vuelo en el Boeing 747-200 (VC-25A) desde Washington hasta el aeropuerto O’Hare de Chicago, Joe Biden abordó el Patriot hasta el Soldier Field. Desde el Soldier Field, Biden se dirigió al United Center, el estadio donde se celebra la convención de su partido.

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