Han pasado 72 horas desde el trágico accidente del vuelo 2Z 2283 de VoePass, un ATR 72-500 con matrícula PS-VPB, que conectaba Cascavel con São Paulo/Guarulhos (GRU), el cual durante la aproximación se estrelló en un barrio residencial de Vinhedo. En el accidente fallecieron 58 pasajeros y 4 tripulantes, dejando a Brasil en luto.
El impacto de la tragedia ha sido profundo, especialmente para los 348 mil habitantes de la ciudad de Cascavel, estado de Paraná, de donde provenían muchas de las víctimas. Durante el fin de semana se conocieron los nombres de todas las víctimas, lo que intensificó el dolor en el país. Incluso el Papa Francisco expresó sus condolencias y rezó por los familiares y las víctimas del accidente.
Todos los pasajeros y la tripulación eran brasileños, aunque cuatro de ellos tenían doble ciudadanía: tres venezolanos y uno portugués. Entre las víctimas se encontraban varios profesionales médicos y oncólogos que viajaban a un congreso sobre el cáncer en São Paulo, así como docentes de universidades de Cascavel. También fallecieron dos menores de edad y una perra que viajaba con la familia de origen venezolano.
Este accidente es el más mortal en Brasil en diecisiete años, desde la tragedia del vuelo TAM 3054 en Congonhas, y el más grave de una aerolínea comercial desde el accidente de Noar Linhas Aéreas en 2011. Además, es el mayor accidente en Sudamérica desde el desastre de Chapecoense en 2016, cuando un Avro RJ-81 de LAMIA se estrelló en Colombia.
También es el primer accidente de Voe Pass desde su fundación en 1995 como Passaredo.
Investigación en marcha
Nuestro medio asociado en Brasil, Aeroin, ha seguido minuto a minuto los acontecimientos posteriores al accidente. La investigación está siendo liderada por el Centro Brasileño de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA), con la colaboración de la Oficina Francesa de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA) y la Junta Canadiense de Seguridad del Transporte (TSB). También participan la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) y el Ministerio Público del Trabajo de Brasil (MPT).
Este accidente tiene la particularidad de haber sido captado por múltiples cámaras de habitantes de la localidad de Vinhedo, lugar del impacto final del ATR 72 durante su aproximación a Guarulhos. Estas grabaciones serán cruciales para la investigación. Aunque se registraron los segundos finales antes de que el avión cayera en el patio trasero de dos residencias, afortunadamente no hubo víctimas en tierra. Los investigadores se centrarán en los minutos previos para determinar las causas del descenso fatal.
Acciones inmediatas y futuras
La BEA y el CENIPA se han encargado de las cajas negras, que fueron recuperadas del avión al día siguiente del accidente. La TSB ha retirado los motores Pratt & Whitney, fabricados en Canadá, para su análisis. Por su parte, el MPT está investigando a Voe Pass en relación con las condiciones de trabajo, ya que varios pilotos han denunciado públicamente posibles casos de fatiga dentro de la empresa tras el accidente.
La FAB ha anunciado que en los próximos días publicará un informe preliminar de la investigación, que luego avanzará a la fase de análisis de datos. En esta etapa, se examinarán las actividades relacionadas con el vuelo, el entorno operativo y los factores humanos, así como un estudio detallado de componentes, equipos, sistemas e infraestructura.
En Brasil las hipótesis apuntan al engelamiento como causa probable de la tragedia