Azul Linhas Aéreas está evaluando múltiples opciones para abordar sus próximas obligaciones de deuda, incluyendo una posible oferta de acciones o una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en los Estados Unidos. Estos desarrollos ocurren mientras la aerolínea también mantiene negociaciones para fusionarse con su competidora GOL Linhas Aéreas, según fuentes citadas por Bloomberg.
Aunque la protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 está siendo considerada, Azul busca evitar esta opción. La compañía está trabajando con Citigroup para explorar la posibilidad de una oferta de acciones. La aerolínea también está considerando la emisión de nueva deuda a través de su unidad de carga como otra opción, según fuentes que hablaron bajo condición de anonimato. Representantes de Azul y Citigroup no han comentado sobre estos asuntos.
Azul enfrenta la presión de asegurar nuevo financiamiento para cumplir con sus obligaciones de deuda, que incluyen 382 millones de reales (68 millones de dólares) que vencen este año y 550 millones de dólares en los próximos cuatro años. La situación financiera de la aerolínea se ha visto aún más afectada por la depreciación del real brasileño, que ha incrementado los costos relacionados con el combustible y los pagos de leasing, ambos denominados en dólares estadounidenses.
Además de explorar opciones financieras, Azul está trabajando para acelerar las conversaciones de fusión con GOL. El objetivo es presentar una entidad combinada más fuerte que pueda aliviar las preocupaciones de los acreedores sobre los altos niveles de deuda de la compañía y mejorar sus perspectivas de crecimiento. Sin embargo, este enfoque enfrenta desafíos debido a las necesidades inmediatas de efectivo de Azul y el débil desempeño financiero de GOL.
El operador que es parte de Abra Group presentó una solicitud de protección bajo el Capítulo 11 en enero de 2024, enfrentando más de 2.700 millones de dólares en pasivos a corto plazo. Azul es la única gran aerolínea brasileña que no ha solicitado protección por bancarrota desde la pandemia de COVID-19, que afectó gravemente a la industria de viajes mundial. En cambio, Azul logró extender los vencimientos de su deuda a través de un canje de bonos en junio de 2023, pero continúa lidiando con importantes obligaciones de leasing y altos pagos de intereses.
El gobierno brasileño aprobó recientemente un plan de rescate para la industria aérea, que incluye préstamos respaldados por el estado a través del BNDES. Azul podría calificar para esta línea de crédito, siempre que evite solicitar protección por bancarrota. Las dificultades financieras de la aerolínea se vieron agravadas por las inundaciones catastróficas en mayo que interrumpieron las operaciones en su hub de Porto Alegre.
Las acciones de Azul cayeron tras el informe de la compañía de una pérdida neta de 3.870 millones de reales (670 millones de dólares) en el segundo trimestre y un aumento en su deuda neta. La relación de apalancamiento de la aerolínea aumentó a 4,5 veces su EBITDA, frente a 3,7 veces en el trimestre anterior, según sus últimos informes financieros. Azul también elevó su previsión de apalancamiento para fin de año, citando como razones una moneda local más débil y las interrupciones operativas.