Estados Unidos está colaborando con Ucrania en el diseño y construcción de un sustituto del sistema de misiles tierra-aire S-300 y del misil aire-aire R-27.
«Mientras tanto, con la ayuda de varias empresas europeas, Estados Unidos está trabajando con Ucrania para diseñar y construir un sustituto del sistema de misiles tierra-aire S-300 y del misil aire-aire R-27», declaró el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd J. Austin III, durante su discurso de apertura en la 24ª reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania.
Austin no entró en detalles sobre las características que tendrán dichos sustitutos.
Munición para los sistemas S-300
Según el sitio ucraniano Militarnyi, Ucrania contaba con unas 25-30 divisiones S-300PT/PS en diversos estados de preparación. Y aún después de las pérdidas sufridas tras de dos años y medio de guerra, sigue siendo un sistema de defensa aérea numéricamente relevante. Pero el principal problema que encuentra Ucrania es la escasez de munición, ya que estos sistemas utilizan el misil 5V55, que ya no se fabrica y su disponibilidad en el mercado mundial es extremadamente limitada.
A pesar de los avances en la modernización y el dominio de tecnologías para la producción nacional de componentes clave, como los misiles 5V55 y la sustitución de los motores de combustible sólido originales 48D6 (muchos ya vencidos) por otro de desarrollo autóctono, Ucrania aún enfrenta desafíos para dominar el ciclo técnico completo y la producción a gran escala de estos sistemas aún representan un objetivo a alcanzar.
Pienso que podrían existir dos posibilidades para lograr el abastecimiento de munición para los sistemas S-300PT/PS ucranianos.
Una de ellas sería buscar de compatibilizar misiles de fabricación occidental para que puedan ser utilizados desde los sistemas S-300 PT/PS ucranianos. Si los MiG-29 ucranianos pudieron ser adaptados para el lanzamiento de misiles HARM norteamericanos o las bombas HAMMER francesas, tal vez sea posible adaptar, de forma relativamente simple y económica, los misiles ASTER, fabricados por la europea MBDA para las baterías antiaéreas SAMP-T, para que puedan ser disparados desde los vehículos TEL (Transporte Erector Lanzador).
Otra opción sería que la industria de defensa occidental ayude a Ucrania con la producción de producción de componentes críticos para poner en orden de batalla las baterías de S-300 restantes. Incluso podría fabricar copias de los misiles 5V55 (o sus motores cohetes) fuera de Ucrania, para luego transferirles la munición en lotes.
Reemplazo del R-27
El Vympel R-27 (nombre en código OTAN es AA-10 Alamo) es una familia de misiles aire-aire desarrollada por la Unión Soviética a finales de la Guerra Fría.
El R-27 se fabrica en versiones de guiado por infrarrojos (R-27T, R-27ET), guiado por radar semiactivo (R-27R, R-27ER), y guiado por radar activo (R-27EA). Los misiles de la familia R-27 son producidos tanto por fabricantes rusos como ucranianos. El R-27 es el principal misil aire-aire de mediano alcance utilizado por los cazas Mikoyan MiG-29 y Sukhoi Su-27 ucranianos, pero ya se encuentra tecnológicamente bastante desfasado frente a las últimas generaciones de misiles, que cuentan con sistemas de guía más precisos, mayores alcances y capacidades de maniobrabilidad superiores
Aquí no parece haber muchas opciones costo/efectivas para una solución rápida, más allá de adaptar los cazas ucranianos al uso de misiles occidentales. Dada la disponibilidad de municiones y la compatibilidad con los F-16 que están recibiendo, el AMRAAM norteamericano parece el candidato más probable a suceder a los R-27. Tal vez los Su-27 y MiG-29 ucranianos no puedan explotar al máximo el mejor desempeño de los AMRAAM, que son misiles que están una generación por delante de los Alamo, pero aun con limitaciones, su implementación representaría un salto cualitativo significativo en la defensa aérea ucraniana, compensando en gran medida las limitaciones de los R-27.