El conflicto entre Boeing y sus empleados se intensificó luego de que más de 33.000 trabajadores afiliados a la International Association of Machinists & Aerospace Workers (IAM), que operan en los distritos 751 y W24, rechazaran por abrumadora mayoría el nuevo convenio laboral propuesto por la empresa. El 95% de los votantes optó por no aceptar el contrato, y el 96% aprobó el inicio de una huelga, programada para el 13 de septiembre y por tiempo indefinido, en las plantas de la costa oeste de Estados Unidos.
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Demandas salariales y beneficios insuficientes
La principal razón detrás de esta huelga es el desacuerdo sobre los aumentos salariales. Boeing propuso un aumento escalonado del 25% en un período de cuatro años, lo que fue visto como insuficiente por los trabajadores, que inicialmente habían solicitado un incremento del 40%.
A pesar de las mejoras ofrecidas en los beneficios de atención médica, planes de jubilación y bonos de 3.000 dólares, los empleados consideran que la oferta no refleja adecuadamente sus contribuciones, sobre todo en un contexto donde el costo de vida ha aumentado significativamente.
Además, los trabajadores consideran que el incremento es engañoso porque simultáneamente perderían su bonificación anual, lo que reduce significativamente el impacto real del incremento salarial. Algunos empleados estiman que, considerando esta pérdida, el aumento neto es de solo alrededor del 10%.
Salarios bajos para empleados de nivel inicial
Los trabajadores de menor antigüedad están especialmente afectados por los bajos salarios. Algunos, como los mecánicos de grado tres, ganan lo mismo que en empleos menos especializados, como en restaurantes de comida rápida. Esto ha generado un fuerte descontento entre los empleados que sienten que sus sueldos no son suficientes para vivir, a pesar de la alta responsabilidad de su trabajo.
Falta de respeto y reconocimiento
Muchos trabajadores manifestaron que la huelga es una lucha por el respeto y el reconocimiento de su labor. Consideran que el contrato no refleja el valor de su trabajo, especialmente en una empresa que fabrica productos de alta complejidad.
Seguridad laboral condicionada
Otro punto de fricción es el compromiso de Boeing de mantener la producción de su próximo avión comercial en las plantas de Seattle y Portland. Sin embargo, este compromiso está sujeto a que el programa se anuncie antes de 2028, lo que genera incertidumbre sobre la estabilidad laboral a largo plazo. Los trabajadores exigen garantías más firmes que aseguren sus empleos y no una promesa condicionada a futuros desarrollos.
Antecedentes y posibles repercusiones
Esta huelga podría tener un impacto considerable en Boeing, similar a la huelga de 2008 que duró 57 días y provocó pérdidas multimillonarias. Analistas estiman que, si el paro actual se prolonga, la empresa podría enfrentar pérdidas de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares, además de retrasos en las entregas de aviones clave como el 737 MAX y el 777X, lo que también afectaría a las aerolíneas que esperan estas aeronaves.
Este escenario plantea un desafío crítico para Boeing, que busca recuperar su estabilidad financiera tras años de dificultades.