Crisis sin fin: Spirit AeroSystems pierde 477 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024

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Spirit AeroSystems, fabricante de aeroestructuras con sede en Wichita, reportó pérdidas por 477 millones de dólares durante el tercer trimestre de 2024, principalmente por cargos relacionados con varios de sus programas de aeronaves en dificultades, y controles de calidad extendidos.

La compañía atribuye estas pérdidas a las crecientes complicaciones en programas clave, como el Boeing 787 y el Airbus A220, que representaron 109 y 64 millones en pérdidas anticipadas, respectivamente. Estos cargos se deben al desempeño de producción, así como al incremento en los costos laborales y de la cadena de suministro.

Además, Spirit enfrentó cargos negativos de 24 millones por su trabajo en el Boeing 737 y 16 millones en el programa 777. También registró 70 millones en costos por capacidad excedente. La empresa informó ingresos de 1.500 millones en el tercer trimestre, lo que representa un incremento del 2% en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, la pérdida en este trimestre fue más del doble de la registrada en el tercer trimestre de 2023.

La situación de la compañía se complica aún más debido a la huelga de los trabajadores de Boeing, su principal cliente. En respuesta a esta huelga, Spirit anunció que a partir del 28 de octubre implementará un furlough (suspensión temporal) de 21 días para aproximadamente 700 empleados que trabajan en los programas 767 y 777, debido a la falta de espacio de almacenamiento para las estructuras.

A pesar de estas dificultades, el CEO de Spirit AeroSystems, Pat Shanahan, afirmó que la empresa sigue avanzando en el plan para ser adquirida por Boeing, una operación que se espera cerrar a mediados de 2025. El reporte del tercer trimestre indica que hay un pago adelantado de 425 millones que Boeing todavía no hizo, relacionado con el Memorando de Entendimiento firmado para la adquisición. Spirit continúa trabajando para mejorar la liquidez y mantener las operaciones, pero advierte que «no hay garantías de que esos planes mejoren suficientemente nuestras necesidades de fondos.»

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