La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) llega a la Argentina para realizar la etapa final de la evaluación del Programa de Evaluación de la Seguridad de la Aviación Internacional (IASA). El objetivo es determinar si el país está en condiciones de mantener la Categoría 1, la máxima calificación de seguridad operacional otorgada por la FAA.
Argentina ha mantenido la Categoría 1 desde 2005, pero en los últimos años ha enfrentado desafíos significativos en su sistema aeronáutico, en parte debido a gestiones anteriores de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), según destaca el comunicado de la Secretaría de Transporte.
En 2022, una auditoría realizada por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) reveló que Argentina cumplía solo con el 60,47% de las normas internacionales, por debajo del promedio regional. Las áreas más afectadas fueron la Organización de la Aviación Civil, con un cumplimiento del 41,67%, y Operaciones, con un 37,29%, relacionada con el control y seguimiento de las operaciones aeronáuticas, según la misma fuente.
A raíz de esos resultados, la FAA solicitó realizar su propia inspección, que fue pospuesta hasta abril de este año, momento en el cual se identificaron 82 hallazgos que requerían corrección, especialmente en las áreas de aeronavegabilidad, operaciones y licencias.
Para hacer frente a esta situación, el gobierno intervino la ANAC en julio de 2024, designando a María Julia Cordero como interventora con el fin de abordar los problemas operativos detectados. Desde entonces, la ANAC ha iniciado un proceso de reorganización, diseñando un plan de acciones correctivas con la asesoría técnica de expertos de la Oficina Regional Sudamericana de la OACI. Este plan incluye la actualización de manuales de procedimientos, capacitación de inspectores en aeronavegabilidad y certificación de explotadores aéreos, entre otras medidas.
A la fecha, según informó la ANAC, se ha logrado un avance del 85% en la implementación de las acciones correctivas, que serán presentadas a la delegación de la FAA durante su visita.
El gobierno de todas maneras abre el paraguas manifestando que «más allá del trabajo contrarreloj realizado por la actual gestión para revertir esta situación producto de un mal manejo de años en la Administración Nacional de Aviación Civil, puede existir la posibilidad de una pérdida de categoría para el sistema aeronáutico nacional».
«La pérdida de categoría implicaría un daño reputacional para la aviación argentina, además que imposibilitaría la suma de destinos y frecuencias en vuelos hacia Estados Unidos. A su vez, no se podrían reemplazar los modelos de aeronaves con los que se vuela a ese territorio, ni establecer nuevos acuerdos de código compartido con aerolíneas estadounidenses, lo que impactaría directamente en la capacidad de colaboración entre compañías argentinas y norteamericanas», continúa el comunicado del organismo.
La pérdida de la categoría también sometería a las aerolíneas argentinas a un mayor escrutinio por parte de las autoridades estadounidenses, lo que incrementaría los costos operativos y podría generar retrasos en las operaciones.
«De esta manera, las consecuencias de la pésima administración del organismo en gestiones pasadas impactarían negativamente en la reputación internacional de la aviación civil argentina, a pesar de las políticas de apertura aerocomercial que se vienen implementando con éxito desde la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía, en busca de mayores libertades y desarrollo del sector aéreo», continúa el comunicado, concluyendo que a pesar de ello continuarán «trabajando con celeridad y profesionalismo para regularizar la mala herencia recibida y fortalecer la seguridad operacional del sistema aeronáutico argentino».
El Programa de Evaluación de Seguridad de la Aviación Internacional (IASA) fue establecido por la FAA en 1992, tras el accidente del vuelo 52 de Avianca. El objetivo del mismo es evaluar la adherencia a las normas y prácticas de seguridad fijadas por OACI y otros organismos internacionales. El programa tiene dos categorías, de acuerdo a si un país cumple o no con los requisitos impuestos.
Las aerolíneas de los países de categoría 2 pueden continuar operando en Estados Unidos -si lo hacían antes de ser degradado el nivel- pero están imposibilitadas de ampliar sus servicios al país y de realizar acuerdos de código compartido con empresas estadounidenses. Además, pueden ser sometidos a controles más exhaustivos en plataforma.
Vuelos entre Argentina y Estados Unidos – Octubre 2024
- American Airlines
- 7 vuelos semanales entre Nueva York/JFK y Buenos Aires/Ezeiza.
- 14 vuelos semanales entre Miami y Buenos Aires/Ezeiza.
- Aerolíneas Argentinas:
- 13 vuelos semanales entre Buenos Aires/Ezeiza y Miami
- Delta Air Lines
- 7 vuelos semanales entre Atlanta y Buenos Aires/Ezeiza
- United Airlines
- 7 vuelos semanales entre Houston/Intercontinental y Buenos Aires/Ezeiza
Como si AR tuviera en sus planes volar a más destinos en EEUU 😄
Pero en caso de una empresa argentina busque acuerdos con aerolíneas estadounidenses, tendrá limitante. Sea AR, JetSMART, Flybondi, American Jet, Andes u otras que puedan establecerse.
JetSMART tiene Joint Venture con American.