Introducidos en la década de 1960 como una solución innovadora para el transporte de pasajeros, los Mobile Lounges, conocidos en algunas partes como Planemates, redefinieron la experiencia en los aeropuertos al ofrecer un método único para trasladar a los viajeros entre terminales y aviones. Aclamados en su momento como una maravilla de eficiencia y comodidad, estos vehículos—que combinaban las características de un autobús y una sala de espera—transformaron la manera en que los pasajeros se desplazaban en aeropuertos internacionales de gran tamaño.
Sin embargo, pese a su atractivo inicial, la necesidad de procesos aeroportuarios más rápidos y fluidos llevó a su progresiva desaparición, quedando solo unos pocos aeropuertos, como Washington Dulles International Airport (IAD) y el Montreal Trudeau International Airport (YUL), que todavía dependen de estos vestigios de una era diferente en la aviación.
Origen y concepto
La idea del Mobile Lounge surgió en pleno auge de la expansión aeroportuaria de los años 60, cuando las autoridades buscaban formas de gestionar eficientemente el creciente número de pasajeros. La infraestructura aeroportuaria tradicional, que dependía de grandes distancias a pie y conexiones limitadas entre puertas, empezaba a quedarse corta ante la demanda creciente. Dulles International Airport en Washington, D.C., fue el primer aeropuerto en implementar los Mobile Lounges en 1962 como un modo principal de transporte, una innovación diseñada para agilizar las conexiones y reducir la necesidad de largas caminatas para los pasajeros.
Diseñados por Eero Saarinen en colaboración con Chrysler, los Mobile Lounges se concibieron como una solución futurista y cómoda. Funcionaban como mini terminales sobre ruedas, permitiendo a los pasajeros trasladarse directamente desde el edificio de la terminal hasta el avión o entre distintas secciones del aeropuerto. Su diseño elevado permitía que se acoplaran directamente a las puertas de los aviones, brindando un proceso de embarque y desembarque rápido y protegido de las inclemencias del clima, sin depender de puentes de abordaje o múltiples muelles.
Los Mobile Lounges se destacan por varias características técnicas que los convirtieron en una solución atractiva en su época. Cada vehículo, construido sobre una plataforma robusta con mecanismos de elevación hidráulicos, puede ajustar su altura para acoplarse a distintos tipos de aeronaves, facilitando un proceso de embarque fluido. Estos vehículos suelen medir entre 12 y 15 metros de longitud y 4 metros de ancho, con una capacidad de hasta 100 pasajeros dependiendo del modelo. A diferencia de los autobuses convencionales, los Mobile Lounges ofrecen una experiencia más parecida a una sala de espera, con interiores amplios, asientos, aire acondicionado y grandes ventanales que brindan una comodidad y una sensación de exclusividad única.
Construidos para soportar condiciones de alta demanda en aeropuertos, estos vehículos cuentan con sistemas de suspensión ajustable que les permiten nivelarse y asegurar un abordaje directo y estable en diversas aeronaves, desde pequeños jets hasta grandes fuselajes. Los Mobile Lounges en Washington Dulles, por ejemplo, están diseñados para alcanzar velocidades de hasta 40 km/h y tienen una estructura reforzada que permite maniobrar tanto en áreas de pista como en calles de rodaje.
Una de las principales ventajas de los Mobile Lounges era su capacidad para minimizar las distancias a pie de los pasajeros en aeropuertos grandes y nuevos, como Dulles. Al trasladar a los viajeros directamente de la terminal al avión, reducían la necesidad de grandes complejos de terminales o pasillos con cintas transportadoras. Además, al operar de manera independiente de la infraestructura fija, podían adaptarse a diferentes ubicaciones de puertas y acomodar diversas aeronaves, lo que los hacía especialmente atractivos en una época en que expandir aeropuertos era tanto costoso como complejo.
La caída en desuso de los Mobile Lounges
A pesar de su éxito inicial, los Mobile Lounges dieron paso a nuevas tecnologías y a las cambiantes expectativas de los pasajeros. Para la década de 1980, la masificación de las pasarelas telescópicas (fingers, mangas, puentes, etc.) y de sistemas automatizados de transporte de personas (APM, por sus siglas en inglés) permitió que los aeropuertos agilizaran el movimiento de pasajeros de manera más rápida y eficiente. A diferencia de los Mobile Lounges, que requerían un proceso de embarque más lento, estos sistemas permitieron un flujo continuo de pasajeros, reduciendo significativamente los tiempos de conexión y los costos operativos.
La popularización de los aeropuertos de tipo hub-and-spoke, que necesitaban terminales grandes con múltiples puertas y áreas de espera, también contribuyó al declive de los Mobile Lounges. Los aeropuertos de conexión requerían abordajes y desembarques rápidos para facilitar la rotación rápida de vuelos, algo con lo que los Mobile Lounges, a pesar de su comodidad, tenían dificultades para competir. La eficiencia de los APM y la comodidad de los puentes de abordaje se convirtieron en la opción preferida para la mayoría de los principales aeropuertos del mundo.
La leyenda vive
Hoy en día, solo unos pocos aeropuertos mantienen en funcionamiento los Mobile Lounges. Washington Dulles sigue siendo el caso más destacado, utilizando estos vehículos para transportar pasajeros internacionales entre los concourses y el edificio principal de la terminal. Aunque su uso es limitado, los lounges en Dulles se han convertido en un elemento nostálgico, ofreciendo a los viajeros un vistazo a una era anterior de la aviación. Otros aeropuertos que alguna vez usaron Mobile Lounges, como el Aeropuerto Internacional Montreal–Mirabel y el Aeropuerto Charles de Gaulle en París, los han reemplazado por tecnologías más modernas. Los de Montreal-Mirabel fueron precisamente trasladados al aeropuerto Trudeau, en donde hoy siguen siendo utilizados. El Aeropuerto Internacional de Filadelfia también los sigue utilizando para movilizar pasajeros entre terminales.
En 2023 la Junta de la Autoridad de Aeropuertos Metropolitanos de Washington (MWAA) aprobaron un plan de renovación de los Mobile Lounges por 16,4 millones de dólares, contemplando inicialmente trabajos en un Mobile Lounge (el equipo que mueve pasajeros entre terminales) y un Plane Mate (el que embarca y desembarca pasajeros). De considerarse económica y técnicamente viable, se procedería a la renovación de los casi 40 equipos que tiene el aeropuerto Dulles, por un monto de 143 millones de dólares.
El legado de los Mobile Lounges se percibe en el desarrollo de las soluciones de transporte aeroportuario moderno. Aunque ya no son el modo principal de transporte, los principios de diseño detrás de ellos—comodidad, eficiencia y flexibilidad—siguen influyendo en las innovaciones actuales de transporte para pasajeros. Los Mobile Lounges fueron uno de los primeros intentos de combinar los requisitos funcionales de transporte aeroportuario con un diseño más centrado en el pasajero, un enfoque que sigue siendo relevante en el panorama actual de la aviación, cada vez más orientado al cliente.