En el marco de una gira oficial en París, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, confirmó que su gobierno está evaluando la privatización del Aeropuerto Internacional de Tocumen.
El plan, según detalla el medio panameño Informe Aéreo, incluiría la concesión en paquete de Tocumen junto a otros aeropuertos más pequeños como el Aeropuerto Internacional Scarlett Martínez de Río Hato, ubicado en la provincia de Coclé, el Aeropuerto Internacional Enrique Adolfo Jiménez (ONX) en Colón y el Enrique Malek en David, Chiriquí.
El anuncio de Mulino se dio frente los principales grupos empresarios de Francia reunidos en el Movimiento Empresarial Francés (MEDEF), con grupos como Airbus Defence & Space, el banco Société Générale; NGE, líder en construcción, y el desarrollador de ferrocarriles CIM.
Si bien no se las nombraron, una potencial concesión de Tocumen seguramente tendrá entre las interesadas a dos de las principales operadoras aeroportuarias a nivel mundial que tienen su sede en Francia: Vinci Airports y Groupe ADP (Aéroports de Paris), los cuales ya tienen presencia en Latinoamérica y el Caribe en aeropuertos como los de Santiago de Chile, Santo Domingo, Monterrey, Acapulco y Manaus, entre otros.
Gracias al impulso de Copa Airlines, que ha sabido desarrollar un hub de alcance continental, Tocumen se ha transformado en el aeropuerto de mayor tráfico de Centroamérica y en uno de los principales actores de la conectividad regional. En 2023 movilizó más de 17 millones de pasajeros, y entre enero y septiembre de este año ya superó los 14 millones, 9% más que durante el mismo período del año anterior, a una red que supera los 90 destinos.
Claro que Vinci y AdP probablemente no sean los únicos interesados en hacerse con Tocumen. El grupo español Aena también ha venido creciendo en Latinoamérica, así como la alemana Fraport, la suiza Zurich Airports y hasta la argentina Corporación América Airports.