A las 12:28 (hora local) de ayer lunes, un Cessna U206G Stationair con registro TI-GER operado por AeroCaribe Air Charter se estrelló durante su aproximación al Aeropuerto Tobías Bolaño en San José, Costa Rica. La aeronave transportaba a dos pilotos y cuatro pasajeros, de los cuales cuatro fallecieron.
La Dirección General de Aviación Civil informó que el avión desapareció del radar a las 12:30 p.m. mientras realizaba un vuelo desde Barra de Tortuguero hacia San José. La aeronave sobrevolaba el Cerro Piedra Blanca, ubicado en los cerros de Escazú, a unos 7,000 pies (2,100 metros) antes de perder contacto. Posteriormente, fue hallada en las laderas del Cerro Cedral, a 2,420 metros sobre el nivel del mar.
El accidente ocurrió en condiciones complicadas, ya que el Aeropuerto Tobías Bolaño estaba cerrado debido a baja visibilidad, y la aeronave fue desviada al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría. Poco después, se perdió contacto con el avión en la zona montañosa.
La búsqueda involucró un Piper Seneca (matrícula TI-BBS) de la misma empresa, un Piper Arrow (TI-AMZ) de CarmonAir y un helicóptero (TI-BJO) de Aerodiva. A las 2 p.m., el capitán Everardo Carmona, desde el Piper Arrow, localizó los restos de la aeronave a 7,000 pies de altura.
Debido a la geografía del lugar, los equipos de rescate tardaron seis horas en llegar a pie al sitio del accidente. Allí confirmaron el fallecimiento del piloto Mario Miranda (40 años), la copiloto Ruth Mora Chavarría (26 años), y los pasajeros Jean Segura Prendas (28 años), Gabriel Calleja Montealegre (64 años) y Enrique Castillo (56 años). La única sobreviviente, Paola Amador Segura, fue hallada consciente, fuera de la aeronave y con politraumatismos.
La autoridad de aviación civil de Costa Rica se encuentra investigando las causas del accidente.
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