Piloto veterano de 102 años inspira homenaje con pintura histórica en un avión militar

El 155ª Ala de Reabastecimiento Aéreo de la Guardia Aérea Nacional de Nebraska, en Estados Unidos, revivió la historia el mes pasado durante el evento aéreo Central Coast AirFest, al presentar un KC-135R Stratotanker con un esquema de pintura especial en homenaje al pasado.

El tributo estuvo dedicado al Capitán Jim Kunkle, piloto de P-38 durante la Segunda Guerra Mundial, ahora con 102 años, quien sirvió en el 401º Escuadrón de Caza, destacando el legado de esta unidad histórica.

“Este proyecto es muy especial para nosotros”, afirmó el Coronel Andrew Malousek, subcomandante de la 155ª ARW. “Conecta nuestro pasado con el presente y celebra un legado extraordinario. Muchos veteranos de la Segunda Guerra Mundial ya nos han dejado, y tener la oportunidad de honrar al Capitán Kunkle y su servicio es algo realmente increíble”, agregó.

La idea surgió en 2018, cuando miembros de la unidad descubrieron el emblema histórico del escuadrón de la Segunda Guerra Mundial, titulado “Toast of the Host” (El brindis del anfitrión), y se enteraron de que Kunkle, uno de los últimos pilotos sobrevivientes, seguía con vida. La 155ª ARW se puso en contacto con él, iniciando una relación que culminó en el esquema de pintura conmemorativo presentado este año, según recoge nuestro medio asociado, AEROIN, de un informe de la USAF.

“Cuando las cosas comenzaron a volver a la normalidad después del COVID, Andrew retomó el contacto conmigo, y ha sido una experiencia increíble desde entonces”, relató Kunkle. “Me llevaron a un vuelo por la costa del Pacífico, donde realizamos el reabastecimiento de algunos F-15. Pude ver de cerca lo que antes solo conocía por historias: lo que los cazas modernos pueden hacer y cómo los apoyamos. Fue una experiencia fantástica estar con el personal de Nebraska”, continuó.

Foto:  U.S. Air National Guard / Staff Sgt. Alexander D. Schriner
Foto: U.S. Air National Guard / Staff Sgt. Alexander D. Schriner

El KC-135 ahora luce franjasen blanco y negro y una ilustración en la nariz inspirada en el P-38 de Kunkle, uniendo pasado y presente al recordar la historia del 401º Escuadrón de Caza, que formaba parte del 370º Grupo de la 9ª Fuerza Aérea. En 1947, el 401º fue transformado en el 173º Escuadrón de Reabastecimiento Aéreo, actualmente integrado en la 155ª ARW.

Durante el evento, Kunkle visitó la aeronave y firmó un panel interno con un mensaje en homenaje al 401º Escuadrón de Caza. También escribió un agradecimiento en una pieza de metal pintada como prueba, reconociendo el arduo trabajo de los encargados del mantenimiento del avión.

“Debo admitir que fue una experiencia muy emotiva para mí”, expresó Kunkle. “Este contacto fue algo por lo que estoy muy agradecido, y las personas fueron maravillosas. Las franjas fueron una gran sorpresa. No podía creerlo”, agregó.

La 155ª ARW también obsequió a Kunkle una bandera de Estados Unidos que había volado a bordo del KC-135 y de un F-15 de la Guardia Aérea Nacional de California durante el reabastecimiento aéreo en el que participó el año anterior.

Kunkle reflexionó sobre la importancia del proyecto: “En mi segundo viaje a Normandía, visité una pequeña aldea donde estaba nuestro aeródromo. Hay un monumento para los grupos 366º y 370º, y los franceses realizan una ceremonia anual con flores frescas. Es gratificante ver que esta memoria se preserva”, dijo Kunkle. “Su aeronave representa, para mí, al 401º y a todos mis amigos. Por alguna razón, sigo aquí, y creo que soy el último hombre en pie”.

Kunkle expresó una profunda admiración por la Guardia Aérea Nacional de Nebraska y su equipo. “Puedo decir gracias, pero esas palabras no son suficientes para expresar lo que realmente siento”, declaró Kunkle. “Todos los que conocí de Nebraska fueron ejemplares. Continúen con el excelente trabajo”.

El KC-135 con pintura histórica permanecerá en servicio hasta 2025. Aunque la pintura podría desgastarse con el tiempo, el impacto de este proyecto será duradero.

“Ver la expresión en el rostro de Jim al observar la aeronave hizo que todo el esfuerzo valiera la pena. No se trataba solo de pintar un avión. Se trataba de construir conexiones: con la historia, con el Capitán Kunkle y entre nosotros mismos. Y eso es algo que llevaremos con nosotros por mucho tiempo”, concluyó Malousek.

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