Trabajadores de Boeing ponen fin a huelga de nueve semanas; se espera el regreso inmediato al trabajo

Después de nueve semanas de producción detenida e intensas negociaciones, los miembros del sindicato de Maquinistas de Boeing votaron a favor de aceptar la última oferta de la empresa, poniendo así fin a la prolongada huelga que había interrumpido las operaciones en las plantas de ensamblaje de Boeing en Renton y Everett. La votación, finalizada poco después de las 7 p.m., marca un punto de inflexión crucial en una de las disputas laborales más largas de Boeing en los últimos años.

El contrato aprobado incluye un aumento salarial del 38 % distribuido en cuatro años y un bono de ratificación de 12.000 dólares. La dirigencia sindical, que representa a  aproximadamente 33.000 maquinistas, respaldó el acuerdo, señalando que la postura firme de Boeing en ciertos puntos fue una de las razones para aceptar los términos. Esta votación allana el camino para que los trabajadores regresen a las líneas de ensamblaje tan pronto como el miércoles, con la expectativa de contar con el personal completo para el 12 de noviembre.

El nuevo acuerdo aborda muchas de las demandas del sindicato, aunque no llega a restablecer el plan de pensiones tradicional que algunos miembros habían solicitado durante mucho tiempo. Si bien Boeing no estaba dispuesto a restablecer la pensión, los mediadores federales propusieron soluciones alternativas para la jubilación. Sin embargo, Boeing mantuvo su postura, citando preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera. En lugar de una mayor contribución al plan 401(k), la empresa ha ofrecido a los maquinistas un pago de 12.000 dólares, que puede dividirse entre salario inmediato o contribuciones de jubilación según las preferencias individuales.

A pesar de los desafíos, incluidas dos ofertas rechazadas y una importante presión financiera en ambas partes, los analistas señalaron que la recaudación de capital de 21.100 millones en octubre por parte de Boeing fue decisiva, brindando a la empresa mayor ventaja a medida que continuaban las negociaciones. Los analistas de Jefferies comentaron que los fondos adicionales fortalecieron la posición de Boeing en las negociaciones, ayudando a la compañía a evitar una posible degradación en su calificación crediticia.

Jon Holden, presidente del Distrito 751 del sindicato, destacó la decisión del sindicato de recomendar el contrato, explicando que la postura de Boeing dejó poco margen para más concesiones. El sindicato advirtió que, de haberse rechazado la oferta, Boeing podría haber presentado términos menos favorables, lo que podría afectar los compromisos a largo plazo para construir nuevos aviones en la región de Puget Sound.

Este contrato marca un compromiso entre el sindicato y el gigante aeroespacial, mientras ambas partes buscan estabilizar las operaciones. Boeing apunta a retomar el ritmo de producción tras semanas de retrasos, mientras que los maquinistas, muchos de los cuales agotaron sus ahorros personales, enfrentan ahora un período de recuperación financiera tras haber perdido en promedio $10.400 en salarios durante la huelga.

Con los trabajadores preparándose para regresar a sus puestos, Boeing se encuentra en posición de reenfocar su atención en su cartera comercial y en proyectos futuros, con el objetivo de restaurar la estabilidad y el progreso en sus operaciones tras una desafiante disputa laboral.

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