Kelly Ortberg, director ejecutivo de Boeing desde agosto, brindó un análisis franco de los problemas internos que enfrenta la compañía durante una reunión general el 20 de noviembre. Entre los temas destacados, Ortberg señaló problemas de cultura corporativa, gastos innecesarios y falta de enfoque estratégico, que amenazan la posición y la supervivencia del gigante aeroespacial.
En declaraciones obtenidas por The Wall Street Journal, Ortberg criticó la existencia de niveles de gestión inflados, gastos superfluos y un clima laboral caracterizado por conflictos internos y la evasión de responsabilidades. “Pasamos más tiempo discutiendo entre nosotros que pensando en cómo superar a Airbus”, afirmó.
Para abordar estos problemas, el ejecutivo anunció un rediseño del programa de incentivos de los empleados, buscando alinear las recompensas en todas las unidades de negocio y promover una mayor cohesión. Además, dijo que los miles de despidos que están en marcha son parte de un esfuerzo para reducir la burocracia y ajustar la estructura de la compañía a las realidades comerciales actuales.
En términos financieros, Ortberg detalló que Boeing perdió miles de millones de dólares y recientemente tuvo que salir a recaudar 24.000 millones de dólares mediante la venta de acciones para reforzar sus reservas de efectivo. No obstante, la compañía aún enfrenta desafíos para alcanzar un flujo de caja positivo, el cual depende de aumentar la producción de sus 737 MAX a 38 unidades mensuales, un objetivo de producción que fue pospuesto varias veces.
Asimismo, confirmó que el desarrollo de un nuevo programa de aviones está fuera de discusión en el corto plazo debido a la falta de recursos, y dijo que actualmente no es una necesidad inmediata. Ortberg también advirtió sobre los riesgos de un posible conflicto comercial con China, uno de los principales mercados de Boeing. Durante una conversación reciente con el presidente electo Donald Trump, discutieron los efectos potenciales de los aranceles en la industria.
“Boeing ha enfrentado grandes altibajos”, dijo Ortberg desde el centro de entregas de la compañía en Seattle. “Estamos en un momento bajo, pero tenemos la oportunidad de salir adelante y mejorar”.
La compañía también enfrenta las consecuencias de incidentes como el desprendimiento de un panel de la puerta de un 737-9 de Alaska Airlines en pleno vuelo y el fallo de su cápsula espacial Starliner. Estos problemas han sido atribuidos, en parte, a una cultura que descuida la calidad y la seguridad en favor de acelerar la producción.