En una trágica mañana navideña en Asia Central,un Embraer 190 de Azerbaijan Airlines (AZAL), operando el vuelo J2 8243, se estrelló en Aktau, Kazajistán, tras desviarse de Makhachkala (MCX) debido a la baja visibilidad en su destino original, Grozny (GRV).
El accidente provocó el fallecimiento de 38 personas, incluidos los dos pilotos y tres miembros de la tripulación de cabina. Sin embargo, 29 pasajeros sobrevivieron, según informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kazajistán.
En las últimas horas, medios rusos plantearon la hipótesis de que, durante su desvío al segundo aeropuerto ruso, el avión pudo haber sido atacado por misiles. Algunas imágenes que circulan en redes sociales muestran daños en el timón y los estabilizadores traseros, que podrían ser compatibles con el impacto de un misil con espoleta de proximidad. Esto habría afectado las superficies de control de la aeronave. Sin embargo, al momento de publicar este artículo, las autoridades locales no han establecido causas oficiales para el accidente.
En respuesta al siniestro, AZAL anunció la suspensión inmediata de sus vuelos a Grozny y Makhachkala, que operaban con dos y cuatro frecuencias semanales, respectivamente. La compañía informó que esta medida permanecerá en vigor hasta que se determinen las causas del accidente.
AZAL conecta catorce ciudades rusas con Bakú, operando hasta ocho vuelos diarios, según datos de la plataforma Cirium. Por su parte, UTAir continuará ofreciendo servicios entre la República de Chechenia y Bakú, siendo la única aerolínea en operar esta ruta actualmente.