Boeing anunció que reanudó la producción de los programas de aviones 737, 767 y 777/777X, después de una huelga de siete semanas que involucró a 33.000 trabajadores en el noroeste del Pacífico. La huelga, que concluyó el pasado 5 de noviembre, afectó significativamente las operaciones de la compañía.
Stephanie Pope, CEO de Boeing Commercial Airplanes, destacó que el reinicio de las líneas de producción fue acompañado de esfuerzos para garantizar que todos los empleados estén actualizados en sus entrenamientos y certificaciones. Además, mencionó que se han ajustado los niveles de inventario para asegurar una producción fluida.
A pesar de la reanudación, las entregas comerciales de Boeing cayeron drásticamente. En noviembre, la empresa entregó solo 13 aviones, comparado con los 56 del mismo mes del año anterior. Este descenso se suma a las 14 unidades entregadas en octubre, reflejando el impacto prolongado de la huelga.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación (FAA) mantiene una estricta supervisión sobre las operaciones de Boeing. Mike Whitaker, director de la FAA, expresó satisfacción con el enfoque gradual y seguro de la compañía, pero reafirmó que se intensificará la vigilancia debido a problemas de seguridad recientes. En enero pasado, un panel de puerta mal asegurado se desprendió de un 737 MAX 9 de Alaska Airlines en pleno vuelo, lo que llevó a limitar la producción de este modelo a 38 aviones mensuales.
La FAA tiene programada una reunión con Boeing en enero de 2025 para discutir los avances en los procesos de producción. Mientras tanto, Pope aseguró que el uso del Sistema de Gestión de Seguridad de la compañía está ayudando a identificar y mitigar posibles problemas. «Seguiremos monitoreando de cerca nuestros indicadores de desempeño en producción para entregar aviones seguros y de alta calidad a tiempo para nuestros clientes», afirmó.