Pilotos y miembros de la Comisión Directiva de ATAF (Asociación de Tripulantes Aéreos de Flybondi) presentaron un documento dirigido a Mauricio Sana, CEO de la aerolínea, solicitando una revisión de las condiciones laborales actuales. El reclamo principal gira en torno a la readecuación del mínimo de horas programadas para los capitanes argentinos, además de señalar problemáticas relacionadas con desigualdades salariales, desbalance en la asignación de horas de vuelo y falta de respuestas por parte de la gerencia.
El documento subraya que los capitanes argentinos vuelan, en promedio, 53 horas programadas al mes, mientras que aquellos contratados bajo el régimen ACMI (Aircraft, Crew, Maintenance, and Insurance) alcanzan las 80 horas mensuales. Esta disparidad no solo afecta las condiciones laborales, sino que también genera desequilibrios económicos para los capitanes locales.
En términos salariales, ATAF denuncia que los capitanes perciben ingresos inferiores a los de los primeros oficiales, una situación que atribuyen a una baja productividad relacionada con la falta de horas asignadas.
El modelo ACMI y su implementación en Flybondi
El régimen ACMI es un modelo de operación en el que una aerolínea alquila aeronaves con tripulación, mantenimiento y seguros incluidos. Este modelo es utilizado frecuentemente para cubrir aumentos de demanda estacional o contingencias operativas. Sin embargo, según ATAF, la implementación de este modelo en Flybondi ha generado conflictos internos debido al trato diferenciado hacia los pilotos contratados bajo este esquema.
La compañía incorporó hasta el momento cinco aviones bajo la modalidad ACMI: dos Boeing 737-800 contratados con la española Albastar y tres Airbus A320-200 contratados con el lessor lituano Avion Express. De esos cinco aviones, cuatro operan vuelos regulares y uno de los A320 se utiliza como backup ante una eventual disrupción de la flota programada.
ATAF señala que los tripulantes de los ACMI, en su mayoría extranjeros, reciben mejores condiciones en términos de transporte, alojamiento y alimentación. Esto ha provocado quejas recurrentes entre los tripulantes argentinos, quienes perciben un trato desigual que impacta en la moral del equipo y en la colaboración interna para tareas como la reprogramación de vuelos.
Falta de respuestas y posibles medidas
A pesar de los intentos previos de ATAF para dialogar con la gerencia, los pilotos afirman no haber recibido respuestas satisfactorias. Adicionalmente, mencionan que la expansión desequilibrada de la nómina de capitanes, incluyendo la incorporación directa de pilotos extranjeros, ha generado un clima de «descontento generalizado» dentro de la compañía.
En caso de no recibir una respuesta favorable a su solicitud, los representantes de ATAF advierten que procederán a realizar presentaciones ante la Secretaría de Trabajo y las autoridades competentes. Esto podría derivar en la atención pública y mediática del conflicto, un escenario que la organización busca evitar, pero que consideran necesario para visibilizar su reclamo.