Con pérdidas por 3.900 millones de dólares en el primer trimestre y limitantes de producción, la crisis en Boeing no parece tener fin
Boeing informó sus resultados financieros para el primer trimestre de 2024, en el que los ingresos de la compañía disminuyeron a 16.600 millones de dólares, un 8% menos que el año anterior, principalmente debido a menores entregas de los 737 comprometidos y problemas relacionados con la suspensión de operaciones del 737-9, lo que también requirió compensaciones para los clientes.
Esta situación se refleja en sus métricas financieras, con una pérdida por acción GAAP de -0.56 y una pérdida por acción core (no-GAAP) más severa, de -1.13.
El fabricante registró un flujo negativo de efectivo operativo de 3.400 millones y un flujo de efectivo libre aún menor de -3.900 millones. Esta tensión financiera es parcialmente consecuencia de una reducción en las actividades de producción, afectada especialmente por una disminución en las entregas de aviones 737 y los ajustes continuos para mejorar la calidad y seguridad dictadas por auditorías de la FAA y revisiones internas.
A pesar de estos desafíos financieros, la cartera de pedidos total de Boeing creció hasta superar los 5.600 aviones, para un total de 529.000 millones. Aun así, el segmento de aviones comerciales enfrentó una marcada disminución de ingresos en un 31%, llegando a 4700 millones, con el margen operativo cayendo 24,6% debido a los desafíos mencionados de producción y entrega.
En contraste, el segmento de Defensa, Espacio y Seguridad de Boeing reportó un cambio positivo, con ingresos aumentando un 6% a 7.000 millones y una modesta mejora en el margen operativo de 2,2%. Aún perdiendo 222 millones en algunos contratos de precio fijo, la unidad de negocios pudo acumular 151 millones de dólares en ganancias.
La división de Servicios Globales también mostró crecimiento, con un aumento en los ingresos para alcanzar los 5.000 millones con 916 millones de dólares de ganancia neta y un margen operativo de 18,2%, apoyado por un mayor volumen comercial y la apertura de nuevas instalaciones, como la instalación de mantenimiento en Jacksonville, Florida.
«Nuestros resultados del primer trimestre reflejan las medidas inmediatas que hemos tomado para ralentizar la producción del 737 con el fin de impulsar mejoras en la calidad», dijo el CEO de Boeing, Will Calhoun, en una carta a los empleados.
«Nos tomaremos el tiempo necesario para reforzar nuestros sistemas de gestión de la calidad y la seguridad, y este trabajo nos posicionará para un futuro más sólido y estable», agregó.
«A medida que estos esfuerzos comienzan a afianzarse, estamos viendo los primeros signos de tiempos de producción más predecibles, estables y eficientes en nuestras líneas de 737, y esperamos que esto continúe mejorando lentamente», dijo Calhoun.
Y añadió: «A corto plazo, sí, estamos en un momento difícil. Menos entregas pueden ser difíciles para nuestros clientes y para nuestras finanzas. Pero la seguridad y la calidad deben estar y estarán por encima de todo. Estamos absolutamente comprometidos a hacer todo lo posible para que nuestros reguladores, clientes, empleados y el público confíen al 100% en nosotros.»
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